martes, 31 de enero de 2006

Madrid necesita 700.000 inmigrantes más

Ayer fue presentado en Madrid el libro 'Explotación Estadística del Padrón Municipal de Habitantes a 1 de enero de 2005', por el Director General de Estadística del Ayuntamiento, Felipe Baselga.


Una de las principales conclusiones que pueden extraerse es que la pirámide de la población madrileña tiene un vacío en su base, lo que significa que escasean las edades más bajas: de 0 a 25 años. Este déficit se cubre con la población extranjera (16,6%), pero como dijo Felipe Baselga, "si queremos que la capital siga creciendo al ritmo actual y no se vea abocada a la recesión en cinco lustros necesitaremos 700.000 menores de 25 años".


Para Baselga, cualquier medida restrictiva que frenara el crecimiento de población inmigrante sería negativa para la ciudad. Si no hubiera mano de obra, se frenaría el desarrollo económico, y si el empleo que demandara la sociedad no se cubriera, se entraría en recesión.

Una de las señas de identidad de Madrid es su carencia de oriundos para abastecer el mercado de trabajo; ocurrió en la década de los 30-40-50, y en la actualidad, también, sólo que, en lugar de suplir el hueco con los nacionales se hace con la gente que viene de fuera.

Hoy que tanto hablamos de inmigración, tenemos la misma proporción de nacidos fuera de Madrid que la que había tradicionalmente, en 1920 los nacidos fuera eran el 48,7%, en 1930 suponían el 57% y en 1940 eran el 45%", y ahora el 47,3% de los habitantes de Madrid ha nacido fuera de la ciudad. La diferencia es que hoy día, esos nacidos fuera de Madrid son en su mayor parte extranjeros.

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