Pues sí, es cierto, y aquí vamos a poder verlo en imágenes.
En esta primera imagen de 1956, podemos ver el Palacio de Vistahermosa, y sus jardines (el rectángulo rojo) completamente arbolados.
En 1989, tras el acuerdo entre el Baron Thyssen-Bornemisza y el Reino de España para alojar en el Palacio de Villahermosa de Madrid su colección privada de pintura, se encarga al arquitecto Rafael Moneo el Proyecto para la adecuación del edificio, que finalizará en octubre de 1992.
En esta segunda imagen de 1999, podemos ver el Palacio de Vistahermosa, ya convertido en Museo Thyssen en el que los jardines ya no están tan arbolados. No consta la tala que se realizó en este primer Proyecto, pero sí puede apreciarse claramente la disminución de los árboles del jardín.
¿Dónde están los árboles del Thyssen, señora Baronesa?
El Museo empezó a quedarse pequeño, y se volvió a encargar en 2002 a Rafael Moneo su ampliación. En el Proyecto se contemplaba un aparcamiento subterráneo ocupando parte de los jardines, y para ello se deberían talar siete árboles, y transplantar otros 47. Tras solicitar en febrero de 2002 la Fundación Thyssen al Ayuntamiento la licencia de obras, les es concedida en abril, y autorizada la tala y transplante de esos árboles.
Hoy también podemos leer esta noticia en El Mundo y en la Ser, aunque en los dos medios se olvidan de la primera tala masiva.
En las dos siguientes imágenes de 2003 podemos ver las obras en fase de ejecución, y el aparcamiento subterráneo ocupando parte de los jardines.
Una vez finalizadas las obras de ampliación, el aparcamiento subterráneo se ajardinó con hierba y se plantaron pequeños arbustos.
En la siguiente imagen de 2004 podemos ver la obra acabada, y podemos apreciar claramente como en la zona izquierda del jardín, situada sobre el aparcamiento subterráneo no ha quedado ni un árbol.
¿Dónde están los árboles del Thyssen, señora Baronesa?
Ayer, preguntada por los periodistas sobre el tema, afirmó: "en ese tiempo, mi marido y yo estábamos en un viaje de un mes. Cuando volví me di cuenta de que los arquitectos no tienen corazón".
Carmen Cervera culpó a Rafael Moneo de este destrozo, y añadió que "los árboles talados y transplantados eran maravillosos. Estuve llorando por los árboles, fue una salvajada".
Según las explicaciones de la baronesa en Tele 5, la tala se produjo para construir unos baños que finalmente no se hicieron, "y cuando regresé planté lo que pude".
Mentira, mentira, y mentira. Se iba a hacer un aparcamiento subterráneo, la baronesa lo sabía, y así figuraba en el Proyecto de Moneo... y cuando regresó... plantó hierba, como figuraba en el Proyecto.
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