jueves, 30 de agosto de 2007

Inseguridad en la Plaza del Rey de Chueca

30 de agosto de 2007
Por
Aquiles

A través de Javi, de esta2.com, conozco la situación "diurna" de esta conocida plaza del centro de Madrid, donde hasta hace poco reposaba sus posaderas la inefable ex-Ministra de Cultura Carmen Calvo. Matizo lo de "diurna" porque la "nocturna", sobre todo en los fines de semana, es bastante conocida para mí a causa de la práctica de esa costumbre tan denostada por muchos pero que yo considero tan socialmente beneficiosa, como es el botellón.


La Plaza del Rey se encuentra en el cruce de las calles Barquillo (justo antes de desembocar en la calle Alcalá) y la calle de las Infantas, en el límite del Madrid de Felipe II.


La plaza, toda de granito, con bancos de la misma roca y con el toque clásico que le otorga la Casa de las Siete Chimeneas, dispone de una iluminación blanca y de potencia justa que lo convierten en un lugar muy acogedor para, durante la noche, dar un paseo con tu pareja, o besarse en uno de los ya mencionados bancos de granito.


No es una de las plazas donde más botellones se realizan, y por eso mismo yo la prefiero, ya que goza de la tranquilidad que otras plazas, como las de Vázquez de Mella o Chueca no tienen. Además, la ausencia de viviendas cercanas (prácticamente todo alrededor son edificios oficiales) te garantiza la mínima molestia al vecindario, si exceptuamos a los dos pobres guardias civiles que montan guardia cada noche en el Ministerio de Cultura. Eso sí, me gustaría, por un lado, que hubiera unas papeleras "un poco más grandes" para depositar los restos tras el "acto social", y segundo, que todos los jóvenes que allí se concentran tuvieran un similar comportamiento cívico al nuestro.

Este idílico escenario se vio truncado hace unos días cuando leí cual era la situación de susodicha plaza cuando amanece.

Según nos cuenta Javi:
A primera hora de la mañana la situación en la Plaza del Rey es todo un espectáculo. Alrededor de una media docena de vagabundos recogen todos sus trastos de los bancos de la plaza, junto a las botellas y alcohol desparramado de los botellones. Los servicios de limpieza pasan la manguera para dejarlo medianamente decente.

Esto podría no diferir de cualquier otra plaza madrileña pero…
El Rodilla de la Plaza del Rey - y su clientela - sufre continuos ataques por parte de una banda de jóvenes rumanos. Entran directamente en el local y cogen todo lo que pueden. La mayoría de las veces se escapan con comida. Los dependientes del Rodilla conocen a estos malhechores y cada vez es menor su tiempo de reacción. Los propios funcionarios del Ministerio se conocen muy bien el percal y saben donde no tomarse el café. Esto es conocido por el vecindario aunque ya están aburridos de denunciar tanto robo e inseguridad.

Y parece ser que nadie hace nada. Nota debería tomar el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y solucionar este tipo de aspectos antes de ponerse a levantar el Paseo del Prado. Debe tener en cuenta el Alcalde que ese barrio, Chueca, le ha otorgado una confianza que no debe defraudar, por mucho que a Zerolo le fastidie.

Concluye Javi su denuncia con un demoledor corolario:
Por las noches: alcohol y diversión en las discos. Por las mañanas: vagabundos, desperdicios… y a media mañana asaltos de rumanos. Chueca será un paraíso gay pero aún tiene mucho camino que recorrer para convertirse en un lugar seguro.

Los que hemos vivido la época de asaltos de jóvenes marroquíes en plena Plaza de Chueca, entendemos muy bien a qué se refiere Javi. Esperemos que no se retroceda en la reconversión del histórico barrio de Madrid en uno de los de mejor oferta cultural y de ocio de todo Madrid.

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