lunes, 24 de septiembre de 2007

Fotos de mi noche en blanco (o lo que recuerdo de ella...)

Igual que la curva de la felicidad, existe otra para la noche en Blanco. Y es que se pasa de tener la misma ciudad todos los fines de semana a de repente encontrarse con una iniciativa maravillosa, con las calles peatonales, repletas de viandantes y los edificios iluminados, a parte de mil shows y actividades.

La curva desciende vertiginosamente cuando descubres las inmensas colas, la inconstante lluvia o los irremediables atascos porque a todos nos atrae la Noche en blanco. Dicen por ahí de realizarla más a menudo. Pues dos veces al año no estaría mal, pero más sería quitarle el aliciente.

Mi noche comenzó dando un garbeo por el centro, se diluyó en vino durante la cena y el resto, no sé...Algo le pasó a mí dedo en los jardines de Sabatini con una escultura de Lenin antes de que llegase a las mil al hogar. Las fotos oscuras, como mis recuerdos, menos mal en este link hay muchas de Elentir, que estuvo conmigo casi toda la noche, luego es como si las hubiera parido el menda también. Aquí los restos de la melopea:



A los habituales esta vez se unían los motorizados, faltaba Zorba:



Aunque para bailes, los que se pegaron en el karaoke de Preciados:





Transporte como sabemos un desastre, pero había fórmulas interesantes para moverse, por ejemplo en patines, monopatines o bicicletas.

En la Plaza de la Villa volvíamos a eso de vaya vaya, movida consentida, por el Ayuntamiento... Pero esta vez sin Tierno, luego botellón sin botella pero con tumbona:



Aunque los había más formales, emulando a Gran Hermano o -milagro- casi sin cola en la Gran Vía de regreso a los ochenta, pero claro, era pronto, las nueve y pico:





Y claro, los intelectuales con charla literaria en mitad del Sol, a medio paso de la sede de la Comunidad de Madrid y las eternas obras del intercambiador de Fomento... Eternas como esta ciudad, claro:

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