sábado, 5 de julio de 2008

¿Satanás en Madrid?


Esta es la Fuente del Ángel Caído o Monumento al Ángel Caído, en el parque del Retiro de Madrid, obra de Ricardo Bellver (1845-1924) encagada por el Duque de Fernán Núñez en 1874. Está situada en el paseo del Duque de Fernán Núñez sobre el solar que ocupó la antigua Fábrica de porcelanas de la China, destruida en 1813 durante la Guerra de la Independencia.

En las religiones judia, cristiana e islámica, un ángel caído es un angel que ha sido expulsado del cielo por desobedecer o rebelarse contra los mandatos de Dios. Según las leyendas más conocidas, luego de la Primera Guerra en el Cielo, muchos ángeles fueron expulsados, convirtiéndose así en ángeles caídos. El ángel caído más reconocido por la historia es Lucifer; aunque esta palabra nunca se usa para referirse a un ángel caído dentro de la Biblia. Cuando Lucifer es expulsado del cielo, este pasa a ser llamado Satanás.

Se dice que esta es la única escultura dedicada a un ángel caído existente en el mundo. Cuando la alcaldía de la ciudad contrató a un grupo de historiadores para publicar un libro en el 2003, los investigadores concluyeron que la estatua de Satanás era la única erguida en una capital del mundo, dijo Belén Sacristán, portavoz del Departamento de Planeación Urbana de la alcaldía madrileña.

La estatua muestra a un Lucifer como un hermoso ángel (tal y como lo describe la Biblia, el más bello), su boca boquiabierta por el terror y serpientes diabólicas rodenado su cuerpo, mirando al cielo mientras cae del mismo. Se encuentra sobre un tronco seco, con sus grandes alas abiertas y su rostro se crispa como grito desesperado mientras con la mano intenta librarse del rayo que lo derriba. No mucha gente que pasa a su alrededor sabe lo que representa, hay muchos que hasta le confunden con Cupido, Dios del amor.


La estatua fue creada por el español Ricardo Bellver durante su estancia en Roma. Premiada con la medalla de primera clase en la Exposición Nacional de 1878, fue situada en su emplazamiento actual en 1885. Originalmente, la estatua fue esculpida en yeso, pero su éxito fue tal, que hubo financiación para que la hiciera en bronce. El pedestal es obra del arquitecto Francisco Jareño. El conjunto tiene unas dimensiones aproximadas de 10 metros de largo, 10 de ancho y 7 de alto. La escultura de Bellver mide 2,65 metros de alto. Esta obra de Bellver muestra tres grandes influencias: la helenística, especialmente de Laocoonte y sus hijos; la barroca (sobre todo de Bernini), por su composición de líneas diagonales y su expresividad; y la romántica, por su sentimiento e intensidad dramática. "¿Fue el diablo quien lo motivo a esculpirla? No, el artista sencillamente quería ser único", dijo Angel del Río, un historiador que se especializa en Madrid. "Es algo que se le ocurrió", afirmó.


La Iglesia nunca protestó por la existencia de la estatua en Madrid, ya que no exalta al demonio, sino que es una representación fiel del relato de la Biblia, dijo Manuel Bru, portavoz del arzobispado de Madrid. No obstante, la estatua ha sido ya motivo de controversia en el pasado. Muchas personas protestaron en su inaguración por su ubicación en pleno parque del Retiro y alguno sacerdotes llegaron hasta exorcizarla. Del Río dijo que en las décadas de 1940 y 1950 la escultura era el punto de encuentro para rituales satánicos, e indicó que el gobierno de Franco estudió la posibilidad de retirarla del parque para que la policía pudiera evitar esos rituales. Después de la retirada de la estatua ecuestre de Francisco Franco de la plaza de San Juan de la Cruz en 2005 algunas personas abogaron por quitarla. En Madrid actualmente existen más de 20 sectas satánicas aunque ya no practican rituales alrededor de la estatua.

Otra curiosidad es que se encuentra a exactamente a 666 (número de la bestia) metros sobre el nivel del mar.

¿Simple casualidad?

Reportaje del programa Cuarto Milenio de Cuatro sobre la estatua:

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