martes, 28 de abril de 2009

La guerra de Caja Madrid: Jose Luis Moreno, Abejas y Carlos Pérez

Como ya os resalté hace unos días, las luchas de poder en los partidos permiten aflorar las corruptelas y sanear algo las asociaciones políticas. Ya me dijo hace cosa de un mes cuando todo esto andaba incubando como la gripe porcina un locuaz cargo del PP parafraseando al Padrino; cada cierto tiempo se producen este tipo de guerras, permitiendo cortar las malas hierbas. Yo le preguntaba sobre las luchas internas, Caja Madrid y las consecuencias de las mismas...

-Qué va a pasar? -Quiso saber Michael.

-Se desatará una guerra sin cuartel entre la familia Tattaglia y la familia Corleone. La mayoría de los demás se aliarán con los Tattaglia. El departamento de sanidad tendrá que recoger muchos cadáveres este invierno. Estas cosas suelen suceder cada diez o doce años. Sirven para eliminar la fruta podrida. Por otra parte, si cedemos en detalles de poca monta, pronto nos obligarían a ceder en cuestiones de importancia. Es preciso desanimarles desde un principio. Igual debía haber hecho Europa con Hitler; nunca debieron haberle permitido ir tan lejos. En ciertas ocaciones, la permisividad es una auténtica fuente de graves problemas.


Si como decía el otro día se implicó a la gente de Gallardón, vía Blesa, en el presunto uso ilícito de los fondos de Caja Madrid en el Caribe, y ayer era Pablo Abejas, (hombre de confianza de Ignacio González y Aguirre) hoy los damnificados son Jose Luis Moreno Torres -director general de Infraestructuras de la Consejería de Educación- y Carlos Pérez Sánchez -director gerente del Servicio Regional de Bienestar Social-. Ambos relacionados, según El confidencial, como el primero, con el empresario Martín Liquiñano.

Como denuncia El Confidencial los tres se habrían enredado con el empresario en una espiral de regalos de decenas de miles de euros, uso de coches de alta gama y las contraprestaciones correspondientes, es decir, las adjudicaciones de obras: En resumen, cohecho o ¡coche oh!. Una pena estos hechos existan, pero así es la realidad, no nos ocultaremos como le ocurría a Budha. Los partidos es lo que tienen, ahora toca actuar con celeridad para eliminar la fruta podrida, o como afirmaba "Wolfer" en mi blog personal:

En este sentido alabo la decisión de Esperanza Aguirre de dar la cara y cesar inmediatamente a cargos políticos sobre los que existen sospechas fundadas de corrupción como el Consejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, el alcalde de Pozuelo o el de Boadilla del Monte. Sin embargo creo que se está quedando corta en sus acciones. Es momento de sacar la guillotina y cortar más cabezas (que no se entienda en sentido literal, sino metafórico) y que su ejemplo sea seguido por otros líderes políticos.

Sólo de esta forma se conseguirá que los ciudadanos podamos volver a creer en los políticos que tanto nos están decepcionando.


A Moreno lo conocí en persona hace un tiempo, fue el candidato del PP por Getafe, como Abejas de Leganés, ambos por cierto íntimos amigos. Todo queda en casa. podéis ver a Jose Luis Moreno Torres en la foto que sigue que tomé en un acto de la asociación Estudiantes Unidos de la Carlos III, es el segundo por la derecha:



Por suerte todos los amigos que he hecho -y muy buenos por cierto- en mi singladura popular han sido de baja estofa, luego lo máximo que han recibido han sido cartas con la cuota de afiliación o de vez en cuando sobresaltos cuando se enteran de que las corruptelas salpican a conocidos. No os quiero contar lo caliente que anda Génova hoy.

Lo dicho. Esto es la vida real, y tan real como ella misma deben ser las dimisiones, los ceses y la regeneración.

Que nadie se asuste. La política es apasionante pero trae sus cargas también, unas veces conoces a tipos magníficos, otras te percatas de que por dentro no eran más que fruta podrida.

Como dijo Lord Acton, El poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente.

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