domingo, 17 de mayo de 2009

II Vuelta nocturna al Anillo Verde Ciclista de Madrid, un éxito

Ayer, sábado 16 de mayo, más de un centenar de ciclistas (cerca de 200) nos reunimos a las 22.00 horas en la estación de Metro de Aluche, para recorrer en grupo el Anillo Verde Ciclista durante la noche.

Se trataba de la 2ª edición de la Vuelta Nocturna al Anillo Verde Ciclista, un evento lúdico de amigos de la bicicleta, pensado para disfrutar de la tranquilidad de un Madrid nocturno, a lo largo de los alrededores de toda la ciudad, en una temporada en que la temperatura permite disfrutar de la noche, haciendo deporte en compañía.

Para llegar hasta Aluche la mejor combinación era el metro, aunque cuando llegamos a la estación, a las 10:30, ya estaba saliendo el grupo hacia la Casa de Campo. Los organizadores habían dividido el Anillo en tramos, y preparado paradas cada 15 kilómetros para poder descansar y reagrupar a todos los componentes del grupo.

El primer tramo, uno de los más divertidos, discurría por la Casa de Campo en total oscuridad. Por suerte, la mayoría íbamos bien preparados con varias luces. A la luz de la bici yo le añadí con cinta aislante una linterna de leds muy potente, y la oscuridad no fue ningún obstáculo. La seguridad de ir acompañado por más de cien ciclistas es importante para cruzar la Casa de Campo a estas horas, porque quizás en solitario sea algo más que una aventura.

Precisamente ahí radica el principal atractivo de la Vuelta Nocturna: permite conocer y disfrutar de todo el recorrido con la seguridad que confiere moverse en grupo, y al mismo tiempo, lo divertido que resulta participar en una salida numerosa en bicicleta.

Antes de llegar al Lago conseguí colocarme en cabeza, y allí me mantuve tirando del grupo hasta la primera parada en el Puente de San Fernando, sobre el río Manzanares. Muy curiosa, por cierto, la sensación de volver la vista en la oscuridad y ver cientos de luces que te siguen.


En el primer descanso, de algo más de 15 minutos se fueron juntando los que se habían quedado rezagados por pinchazos y averías varias (hasta un pedal se le rompió a alguno).

El segundo tramo era el más duro de la Vuelta al Anillo. Si el primero era continua bajada, ahora tocaba subida tras subida hasta la siguiente parada en Las Tablas, en el kilómetro 0 del Anillo.

La primera subida, en la calle de Arroyofresno ya dejó a mucha gente atrás, pero más dura fue la del muro de Montecarmelo, que de verdad empezó a marcar diferencias. Al menos una docena de compañeros me fueron adelantando en esa zona, y cuando llegué a la parada de Las Tablas, los primeros me habían sacado un par de minutos… aunque no podía quejarme porque durante más de 15 minutos siguieron llegando ciclistas rezagados.

Carlos, uno de los organizadores, de 3ike, se quedó atrás con los que no habían llegado a Las Tablas todavía, y que iban acumulando más retraso en cada parada, y es que como me comentaba Jason, otro de los organizadores, a la Vuelta Nocturna acudían ciclistas experimentados que suelen hacer el Anillo casi todos los fines de semana en poco más de tres horas, y otros ciclistas que nunca habían hecho el Anillo completo y esta era su primera vez. Las diferencias se notaban desde la primera cuesta.


Después de descansar, beber agua (una de las pocas áreas de descanso con fuente en funcionamiento), y comer algo, el grupo emprendió la marcha hacia la tercera parada, pasada la Peineta.

El tramo de Sanchinarro lo hicimos por la calzada, porque los continuos cruces y semáforos nos cortaban el ritmo. Luego hasta el Juan Carlos I, una zona tranquila con algunas cuestas y bastantes bajadas para descansar.

El tramo antes de llegar a la Peineta, circulando por la calzada es peligroso de día, y también de noche. Por suerte, al ir en grupo nos sentíamos más seguros. A ver si de una vez acaban las obras en esta zona y pueden hacer el carril separado de la calzada.

Tercera parada, pasada La Peineta, al volver a entrar al Anillo. Aquí ya hay gente muy tocada y se va acumulando retraso con los rezagados. Algunos se desvían hacia el centro de Madrid, aunque todavía seguimos más de cien ciclistas en el grupo.

El siguiente tramo, con bastantes bajadas, y sólo una subida antes de cruzar la A-3 nos llevaría hasta Entrevías. La larguísima bajada junto al parque lineal de Palomeras, en Vallecas, me permitió volver a ponerme en cabeza, pasando en todo el tramo a más de 50 km/h. La velocidad y el aire fresco de la noche despertaban a cualquiera.

Antres de cruzar bajo el puente, en Entrevías, parada de reagrupamiento, porque los de Telemadrid estaban esperándonos al otro lado para filmarnos. Las tres de la mañana, ¡qué horas para estar trabajando los reporteros!


Desde allí, y después de saludar a cámara, subida por la avenida de Entrevías (dejamos el anillo, porque el Parque Lineal del Manzanares está cerrado por la noche) hasta Méndez Álvaro.

En este punto el grupo seguía a través del parque de Tierno Galván hacia Legazpi para volver al Anillo y seguir hacia el punto de origen en Aluche.

Nosotros seguimos recto por Méndez Álvaro hacia Atocha para volver a nuestra casa, a la que llegamos sobre las 4:00 de la mañana.


En definitiva, un divertido paseo nocturno en bici, y todo un éxito de organización y participación.

Dar las gracias a los organizadores, Jason, Carlos, los chicos de las reclinadas, y un saludo para todos los ciclistas que conocimos y nos acompañaros en la Vuelta al Anillo.

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