lunes, 14 de diciembre de 2009

Centenario del taxi de Madrid (1909-2009)

Exposición en los jardines de Cecilio Rodríguez


En 1909, Madrid no alcanzaba los 600.000 habitantes y se asomaba tímidamente a la modernidad. La Gran Vía nacería un año después, y el Metro no comenzó a funcionar hasta una década más tarde. Sin embargo, el 27 de marzo de ese año se incorporaba a la ciudad un nuevo servicio integrado por 10 taxis y tres paradas que aumentaba las, por entonces, limitadas opciones de desplazarse por sus calles y barrios. Ha pasado un siglo y hoy 15.685 taxis y 359 paradas prestan servicio a la ciudad. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha celebrado hoy con este colectivo el centenario de su creación y ha constatado que son los taxistas, y no los taxis, los verdaderos protagonistas del servicio.


500.000 usuarios diarios


Madrid es hoy el corazón de una gran área metropolitana en la que conviven más de 5 millones de ciudadanos y que recibe anualmente más de 7 millones de turistas. Son datos, argumentó Ruiz-Gallardón, que confirman que durante estos cien años "el taxi ha demostrado ser un medio de transporte público eficaz y competitivo, que tiene más de 500.000 usuarios diarios".

Los profesionales que hacen posible este servicio, los taxistas, se han convertido en una "parte esencial" de Madrid, como lo atestiguan numerosas novelas y películas que tienen a Madrid por escenario y a los taxistas como alguno de sus personajes. "Con su esfuerzo -dijo el alcalde- han conseguido el reconocimiento de los ciudadanos".


Su compromiso y esfuerzo con Madrid quedan patente con su comportamiento, tanto individual como colectivo, "lleno de muestras de solidaridad". Han proyectado una imagen sobre la sociedad que ha quedado recogida en la exposición inaugurada hoy, "con la que Madrid rinde justo y merecido homenaje a sus taxistas".

Actuaciones destacadas


En opinión de Ruiz-Gallardón, los taxistas no sólo han sido testigos de la transformación de Madrid, sino parte de la misma. En este tiempo han visto cómo el tráfico invadía los márgenes del río, cómo se levantaban pasos elevados sobre Atocha, Cuatro Caminos o Santa María de la Cabeza, y cómo los coches ocultaban parte de la ciudad. Pero también han visto, sobre todo en la última década, la instalación de separadores físicos en carril Bus-Taxi; la restricción del acceso de los vehículos privados a las áreas de prioridad residencial (APR); o cómo el Manzanares perdía las murallas de asfalto que lo aislaban de la ciudad con el soterramiento de la M-30.

Próximos objetivos


El Gobierno de la Ciudad quiere que la contribución del sector a la consolidación de ese nuevo concepto de ciudad sea aún mayor. Por eso trabaja, explicó el alcalde, en tres aspectos que faciliten la transición hacia un nuevo servicio del taxi plenamente adaptado a las necesidades del Madrid del siglo XXI.


Uno de ellos es el fomento del uso de energías alternativas y menos contaminantes. Los taxis de Madrid han recurrido a diversos combustibles y sistemas como la gasolina, el gasóleo, el gasógeno o incluso las bombonas de gas. El 20% de todos los kilómetros que diariamente recorren los vehículos en la ciudad los realizan los taxis. Por eso es importante que sean, al mismo tiempo, más eficientes energéticamente y menos contaminantes. La contribución del Ayuntamiento en este ámbito es apoyar mediante distintas alternativas la incorporación de modelos propulsados por gas natural, gas licuado de petróleo (GLP) o por sistemas híbridos, que ya representan el 20% de los nuevos vehículos que se incorporan a la flota.

El segundo elemento está vinculado a la propia seguridad de los taxistas y con la accesibilidad y calidad del servicio que prestan. Entre 2003 y 2009 el Gobierno de la Ciudad ha destinado más de 3,3 millones de euros a ayudas para la adquisición de vehículos adaptados a personas con movilidad reducida, la instalación de mamparas o la implantación de sistemas GPS, directamente conectados con el teléfono de emergencias 112.

taxi Toyota Prius Madrid
Por último, el Ayuntamiento trata de ofrecer una respuesta ágil, segura y transparente a las necesidades del sector. Transcurridos 30 años desde la aprobación de la anterior Ordenanza reguladora de este servicio, la Ciudad ha elaborado el borrador de una nueva norma -actualmente en debate-, con el fin de alcanzar un amplio consenso con las asociaciones más representativas. El objetivo es ofrecer un texto fácil en su consulta y claro en su aplicación, que dé respuesta tanto a las necesidades profesionales como a las demandas de los ciudadanos.

Será un instrumento, concluyó Ruiz-Gallardón, que cierre un ciclo que ha durado 100 años, y que abra otro que siente las bases de su segundo siglo de existencia, marcado por la calidad, la accesibilidad, la modernidad, las nuevas tecnologías y el bajo impacto ambiental.

1 comentario :

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