viernes, 3 de septiembre de 2010

Una técnica para frenar el exceso de sudoración en el hospital de Fuenlabrada

Una técnica para frenar el exceso de sudoración en el hospital de Fuenlabrada El servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, en sus 6 años de funcionamiento, ha atendido a más de 100 pacientes afectados de hiperhidrosis o exceso de sudoración con toxina botulímica. En la actualidad esta técnica se utiliza para el tratamiento de la hiperhidrosis axilar, palmar, facial y menos habitualmente para la plantar.

Por el momento, los resultados que se han obtenido en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar y palmar han sido mejores que en la plantar. En el Hospital Universitario de Fuenlabrada son tratados alrededor de 16 pacientes al mes afectados por hiperhidrosis de axilas, palmas o de ambas zonas. Antes de iniciar el tratamiento los pacientes ya han utilizado otras terapias tópicas sin resultado. Igualmente, en casos de hiperhidrosis muy importante se les comunica la posibilidad de tratamiento quirúrgico.

Un alto porcentaje de los pacientes tratados manifiesta su satisfacción con el tratamiento recibido y aunque la eficacia parece ser mayor en las axilas, es en los pacientes con hiperhidrosis de manos donde se pone más de manifiesto las ventajas obtenidas en su vida laboral y social. Este tratamiento no puede aplicarse en el caso de presentar el paciente enfermedades neuromusculares, en los períodos de embarazo y lactancia, ni a pacientes mayores de 65 años.

Hiperhidrosis o sudoración excesiva


Una técnica para frenar el exceso de sudoración en el hospital de Fuenlabrada Su origen puede estar asociado a otras patologías denominándose como secundaria o no estar asociado a ninguna patología de base, hiperhidrosis primaria. Ésta afecta alrededor de un 2% de la población y se caracteriza por una visible hipersudoración localizada fundamentalmente en axilas, palmas, plantas o región cráneofacial.

Su manifestación afecta entre un 25 % a un 50 % a las palmas de las manos solamente o en combinación con otras formas de hiperhidrosis. No existe ningún método para establecer la diferencia entre sudoración normal o patológica. El origen de la hiperhidrosis primaria es desconocido; se cree que es el resultado de una hiperestimulación de las glándulas ecrinas por las fibras nerviosas del sistema nervioso simpático.

También se desconoce hasta qué punto el factor emocional puede ser la causa o la consecuencia de la angustia que provoca en el paciente la sudoración. La forma en la que lo percibe el paciente lo que va a indicar la necesidad o no de tratamiento. La hiperhidrosis puede causar complicaciones secundarias como el mal olor, sobreinfecciones bacterianas y maceración.

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