domingo, 13 de febrero de 2011

Decálogo para entender la contaminación en Madrid

Verde y en botella. Caty Arévalo, para EFEverde

Decálogo para entender la contaminación
Estaba dando de lado a comentar el 'hot topic' del momento, la contaminación atmosférica en Madrid, pero siendo periodista ambiental no hay manera de escapar de él. Si salgo a tomar una copa mis amigos me piden cuentas de que vaya con los aires difíciles y hasta mi abuela me acaba de llamar para advertirme de que ni se me ocurra salir a la calle que acaban de contar en el telediario que la contaminación en Madrid es "malísima"...

Así que con bastante atrevimiento, con la única autoridad que me concede el llevar escribiendo de este asunto y escuchando a sus actores unos cuantos años, y, por supuesto, sin aspiración científica alguna, voy a desgranar mi visión del tema en un sencillo decálogo (escrito con las mismas palabras con las que se lo explicaría a mi abuela):

1. ¿Hay contaminación en Madrid?
Sí, es evidente, no sólo por la famosa boina marrón perfectamente visible, sino porque lo dicen las estaciones de medición del propio Ayuntamiento de Madrid, estén colocadas donde estén colocadas, y también los datos del Centro de Supercomputación de Barcelona. Del análisis de esos datos se desprende que en Madrid se producen superaciones diarias y anuales de los límites de protección de la salud establecidos por la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud para varios contaminantes.

2. ¿De dónde viene esa contaminación?
Fundamentalmente de tres contaminantes, el dióxido de nitrógeno (N02), las partículas en suspensión menores de 5 micras (PM5) y de 10 micras (PM10) y el monóxido de carbono. El principal causante de estos contaminantes es lo que sale por el tubo de escape de los coches. El NO2, por ejemplo, reacciona en la atmósfera con hidrocarburos y origina ozono troposférico, un contaminante secundario muy peligroso.

3. ¿Ha hecho el Ayuntamiento de Madrid un cambalache con las estaciones para falsear los datos?
Personalmente creo que no, que simplemente se ha limitado a sacar provecho del nuevo sistema de medición de la contaminación recogido en la última directiva europea de calidad del aire, para ver si así le salían mejor los datos, aunque no le ha servido de nada.
Hasta ahora Madrid contaba con cerca de 30 estaciones que medían la contaminación, la mayoría de ellas situadas, con cierta lógica, en los puntos más contaminados de la capital. Bueno, pues la nueva directiva dice que las estaciones tienen que estar colocadas en los puntos más contaminados de la ciudad y en los que menos, para hacer media. Siguiendo esta pauta, el Consistorio ha desactivado estaciones de medición en puntos tradicionalmente muy contaminados, como las plazas de Gregorio Marañón o Luca de Tena, e instalado otras nuevas en puntos, aparentemente, menos 'sucios' como El Pardo o el parque Juan Carlos I.

4. Entonces, ¿Qué culpa tiene el Ayuntamiento de Madrid en todo esto?
La de no haber tomado decisiones ambiciosas para combatir este problema, que viene de largo, y no haber cumplido ni tan siquiera sus propias propuestas (recogidas en la Estrategia Local para la Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2006-2010), entre ellas, restringir el tráfico.
Luego otra cosa importante: el sistema de transporte público de Madrid es, por lo general, estupendo, pero seguramente sería excelente si en el se hubieran invertido sólo la mitad de lo que ha costado la remodelación de la M-30. Obra, que por cierto, deberían de haber pagado, en parte, la Comunidad de Madrid y el Gobierno de España, ¿O es que la M-30 la utilizamos sólo los que vivimos en Madrid?
Y si el transporte fuera excelente y la Comunidad de Madrid construyera aparcamientos disuasorios a la entrada de la capital, pues seguramente menos gente cogería el coche. Y, finalmente, culpa no, pero un poco de morro también tiene el Ayuntamiento cuando en lugar de poner en marcha actuaciones contundentes para acabar con esta situación, anuncia que va a pedir una moratoria a la Unión Europea por no haber podido cumplir los objetivos de calidad del aire.

5. ¿Y qué culpa tienen la Comunidad de Madrid y el Gobierno?
Mucha, también, por no presionar y no apoyar económicamente al Ayuntamiento para que adopte medidas eficaces contra la contaminación, entre las que tiene que estar una actuación tan dolorosa como necesaria: la restricción del tráfico. La feroces subidas del precio del transporte público (metro, autobús y taxi) impulsadas por el Gobierno de Esperanza Aguirre en los últimos años tampoco han ayudado mucho a esta situación.

6. ¿Y qué culpa tenemos los ciudadanos?
Muchísima. La de tener la mentalidad horrorosamente cateta y la irresponsable de querer ir en coche particular a todas partes y para todo, aún cuando no sea necesario. (Parace mentira que en este país hasta que no tienen que prohibirnos las cosas como a los niños pequeños no entremos en razón). Y sobre todo nuestra principal responsabilidad estriba en no ser conscientes de que cuando votamos estamos firmando un contrato con nuestros gobernantes. Si queremos que no haya contaminación, votemos a quien ofrezca soluciones para combatirla; y si los que prometen no cumplen, exijamos responsabilidades. Es así de simple.

7. ¿Por qué se ha puesto de moda estos días la contaminación de Madrid?
Porque las condiciones meteorológicas la han agravado muchísimo, y sobre todo porque en cuatro meses tenemos elecciones municipales. Esto último es francamente triste que sea así, pero si sirve para que hablemos de un problema tan serio como la mala calidad del aire, bienvenido sea.

8. ¿Cuáles son los puntos más contaminados de la capital?
Los que en los últimos años vienen dando sistemáticamente los peores registros son: la plaza Luca de Tena, la glorieta de Gregorio Marañón, el paseo de Recoletos, el paseo de Pontones, la plaza Elíptica, plaza de Castilla, la glorieta de Atocha y Santa Eugenia.

9. ¿Es verdad que hay otras ciudades tan o más contaminadas como Madrid en España y en la Unión Europea?
Si, ¿y qué? Lo normal es que nos comparemos con los que están mejor que nosotros no con los que estén peor. Es decir, que el hecho de que tú tengas un cáncer y otras personas lo tengan el mismo pero peor no quiere decir que tú no lo estés sufriendo.

10. ¿La contaminación es tan grave para la salud como nos dicen?
No, es todavía peor. Es un problema de salud pública de primer orden, tanto como el tabaco, especialmente para los niños, las personas mayores y quienes practican deporte al aire libre con esta polución. Daña los pulmones, las paredes capilares, causa edemas, ardor y lagrimeo de los ojos, tos, disnea, alergias... y, definitiva, agrava cualquier enfermedad que padezcamos.

16 comentarios :

  1. Quéeeeeeee buenooo.

    Gracias Martingala por colgar este artículo tan completo y reflexivo. Sobran más comentarios.

    :-D :-D :-D

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  2. Excelente análisis, exponiendo los problemas tal y como son.

    Me perece muy acertado en todos los argumentos, y creo que los responsables políticos deberían ponerse las pilas, <span>todos</span>, esto no es un problema que deba, ni creo que pueda, solucionar el ayuntamiento por su cuenta, la comunidad y el gobierno central deberian aunar esfuerzos y dejar de culparse entre sí.

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  3. pues con personajes como la botella lo llevamos claro siq ueremos mejroar la situación, porque las sandeces que dicen son para barrer la porqueria hacia otro lado y decir que "madrid va bien"...

    Ha esta mujer le queda muy grande su cargo y debería dimitir

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  4. Se os olvida un responsable, que sí que se cita en el artículo: TODOS NOSOTROS. Si queremos cambiar las cosas empecemos por nosotros mismos: mañana a coger menos el coche. Sí: tardo más, es más incómodo, está saturado... escusas que nos ponemos nosotros mismos para lavar nuestras conciencias. Todo es posible, cambiemoslo nosotros. Y, como dicen en el artículo: si todos ahora nos asustamos con la contaminación y creemos que los actuales gobernantes no lo han hecho todo lo bien que debieran: cambiemoslos. ¿pero cual es el peso real que le damos a esta noticia?. Reflexionemos.

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  5. "<span>si todos ahora nos asustamos con la contaminación y creemos que los actuales gobernantes no lo han hecho todo lo bien que debieran: cambiemoslos. ¿pero cual es el peso real que le damos a esta noticia?. Reflexionemos."</span>

    Pues al final, ningún peso. Porque el votante medio se limitará a votar a los de su cuerda política (si no les disgusta) o a no votar (si sí les disgusta), pero raro es el que da su voto a los del partido contrario. Por supuesto, insisto, así se comporta el votante medio; pero hay excepciones de sobra.

    Además, mañana (o quizás hoy) lloverá. Y el resto de la semana tres cuartos de lo mismo. La atmósfera del área metropolitana se limpiará parcialmente y todo esto de que hablamos pasará a un segundo plano mediático.
    Sencillamente dejará de ser noticia.

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  6. Estoy de acuerdo, la gente, en su mayoría vota a un partido por sus ideas políticas. Sobre el programa de actuaciones futuras y evaluación de las pasadas cero patatero  *DONT_KNOW*

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  7. eso es cierto, la pena es que con todo lo que tenemos encima (crísis, paro,etc) este tema se olvidará tan rápido que en unas semanas ni nos acordaremos.

    Pero el aire que respiraremos estará igual de contaminado.

    Y por cierto me uno a lo de culpabilizarnos nosotros mismos, cojemos el coche hasta para comprar el pán, como catetos

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  8. Pues si, culparos a vosotros, porque lo que soy yo no tengo no coche ni carné.

    La excusa de la crísis y el paro es casi tan burda como interesada. Si hay menos dinero se hacen cuentas y se da uno cuenta de que se gasta menos con un abono transporte que con un coche. Pero bueno, diciendo que ahoga más el paro como la Botella, todos perdonados.

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  9. Los que invitan a usar más el transporte público no se meten a las 7:50 en la línea 1 sentido norte. No cabe nadie más, es imposible. 

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  10. A mi me lo vas a decir? No la línea 1, pero si uso el metro en horas punta. Y a veces los dejo pasar hasta que puedo entrar en alguno sin tatuarle mis gafas a nadie en el cogote.

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  11. Me parece genial el artículo porque además me reafirma en alguno de mis supuestos, lo cual hace que te eleve la autoestima. Tengo varias dudas que rogaría al sr. Martingala me diera respuesta si no tiene inconveniente:

    * Si las condiciones climatológicas son tan determinantes a la hora de evaluar los niveles de contaminación, ¿cómo puede ser que ciudades con un régimen alto de precipitaciones como Londres o París tengan problemas similares de contaminación que Madrid?

    Por lo observado en Madrid, en cuanto llueva, los límites volverán a los parámetros legales, ¿no?

    * ¿Por qué las estaciones más "problemáticas" se ubican principalmente en la mitad sur de Madrid? Sé que esto no es exactamente así pues se cita también entre las problemáticas la de Plaza de Castilla. ¿Existe algún motivo?

    Muchísimas gracias.

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  12. Las respuestas probablemente sean las siguientes:

    -Londres y París tienen un clima más favorable para tener los cielos limpios, pero en contrapartida son bastante más grandes que Madrid. Quizás lo uno compensa lo otro.

    -Las estaciones más problemáticas lo son porque están ubicadas en nudos viarios con un intensísimo tránsito de vehículos. Es obviamente lo que tienen en común plazas circulares como la de Castilla o la Elíptica.

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  13. Otra cosa: es cierto que la lluvia y el viento limpiarán parcialmente la "boina" madrileña. Pero poco me consuela: en esta pasada semana nuestros pulmones pueden haber envejecido, qué se yo, quizás varios meses. El daño sufrido es con la tecnología médica actual irreversible.

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  14. Ya me gustaría darte esas respuestas, Atila pero yo sólo he hecho eco de un artículo que he considerado interesante, ponderado y bien argumentado escrito por una periodista, Caty Arévalo, especializada en temas medio ambientales a quien no conocía pero que a partir de ahora seguiré la pista.

    Las respuestas de Lole(gracias :) ) creo que te pueden servir porque tienen el peso suficiente como para tenerlas muy en cuenta.

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  15. pues a poner más frecuencia de trenes... en parís hay una cada minuto en horas punta...

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  16. Creo que no debemos alentar a la sociedad a partir de discursos éticos. Lo fundamental es informar de la realidad y de las consecuencias de nuestro comportamiento, sin alarmismos ni sermones. 

    Y posteriormente, proponer alternativas ATRACTIVAS. Si tuvieramos un transporte público rápido y barato, es obvio que esta opción de movilidad ganaría muchos adeptos. Y no por justificaciones éticas sino por COMODIDAD.

    Lo que creo que es un error, o al menos se debe dejar como última instancia; es imponer una actitud sin dar opciones que faciliten esta transición.

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