miércoles, 7 de septiembre de 2011

Desfibriladores en los 100 centros gestionados por el Servicio Regional de Bienestar Social

La Comunidad ha concluido la dotación de desfibriladores en los 100 centros gestionados por el Servicio Regional de Bienestar Social -SRBS- que atienden fundamentalmente a personas mayores y con algún tipo de discapacidad, lo que los convierte 'en espacios cardioprotegidos'. La muerte súbita afecta especialmente a dos grandes grupos de población como son los mayores de 45 años y los discapacitados que tienen problemas cardiovasculares.

Desfibriladores en los 100 centros gestionados por el Servicio Regional de Bienestar Social
Esta instalación ha incluído las residencias y los centros de mayores, los de día para mayores, para discapacitados, los de atención para discapacidad intelectual, los comedores, los centros sociales y la oficina de servicios centrales de información al ciudadano.

"La muerte súbita de origen cardíaco es causa de, al menos, unos 30.000 fallecimientos en España, lo que supone que el 85% se producen especialmente por infartos agudos de miocardio y arritmias. Se estima que entre el 25-30% de las mismas podría evitarse con una atención precoz, desde el momento en el que ésta se inicia, hasta la llegada de los servicios especializados de urgencias", ha explicado el consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, quien ha comprobado el funcionamiento del desfibrilador de la residencia de mayores de Vallecas.

Formación para el personal y los usuarios


Los desfibriladores serán manejados normalmente por un médico o un enfermero pero también pueden ser usados por personal no sanitario por la sencillez del mecanismo. Con situar el parche en el pecho de la persona afectada y apretar un botón sería suficiente. El aparato detecta si se trata de una arritmia susceptible de desfibrilar y, en caso contrario, no actúa.

Desfibriladores en los 100 centros gestionados por el Servicio Regional de Bienestar Social
La Comunidad ha formado a cerca de un centenar de profesionales de los centros, entre médicos y enfermeros, para que aprendan a realizar masajes cardíacos y la respiración boca a boca de manera adecuada, que al mismo tiempo han actuado de formadores para el resto del personal de los centros para que todos estén preparados en caso de tener que atender una parada cardiaca.

También se ha enseñado a usuarios de los centros de mayores, válidos e independientes, que de manera voluntaria han querido aprender el uso del dispositivo. En total, unas 250 personas han sido formadas entre los trabajadores de los centros y los usuarios de los mismos. En conjunto, la Administración autonómica ha invertido 80.000 euros en la compra e instalación de este centenar de dispositivos.

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