Conseguir un espacio para el comercio moderno, dinámico y atractivo es la meta fijada por el Ayuntamiento de Madrid para acercar a los madrileños a los mercados tradicionales. El Mercado de Ibiza es un claro ejemplo de ello. Gracias a una estrategia de colaboración público-privada puesta en marcha por los responsables municipales, este centro de abastos se ha transformado en un importante motor económico para el barrio.
El popular Mercado de la calle Ibiza (mapa), que visitó la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, comenzó su modernización en 2007 cuando la Asociación de Comerciantes se hizo cargo de su gestión con el apoyo del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, la Cámara de Comercio de la capital y la empresa Ahorramás. De una inversión total de 9 millones de euros; el Consistorio aportó cerca de 1.300.000, la CAM; 733.000, la Cámara de Comercio; 456.500 y la citada empresa Ahorramás aportó el resto, la mayor parte de la inversión.
El apoyo del Ayuntamiento de Madrid se debe "al especial empeño en dar un impulso al comercio más cercano, -afirmó la alcaldesa-. Y lo hemos hecho con un objetivo económico, porque el comercio, que es una actividad a la que se dedican más del 24% de las pequeñas y medianas empresas españolas, es uno de nuestros grandes motores económicos y de generación de empleo". "Y también un objetivo social -continuó-, porque sabemos que el comercio de proximidad es un punto de encuentro para todos los vecinos".
En el curso de los últimos años, el equipo de Gobierno municipal ha puesto en marcha una serie de ayudas encaminadas a proteger, dinamizar y reactivar el comercio madrileño porque "queremos convertirlo -manifestó Botella- en uno de los grandes escaparates de nuestra ciudad". Este esfuerzo se ha materializado en distintos proyectos para "remodelar, renovar e impulsar los dos escenarios claves del espacio público para el desarrollo de la actividad comercial tanto de los ejes comerciales, como de los mercados municipales que son parte de la vida de la ciudad desde hace dos siglos y que se han convertido en los equipamientos públicos más antiguos, y en uno de los elementos más representativos y emblemáticos del comercio de proximidad".
En las últimas décadas, los mercados madrileños eran testigos de cómo se iba transformando la sociedad de consumo y cómo cambiaban los hábitos de los consumidores y, por el contrario, ellos iban perdiendo paulatinamente competitividad en favor de los macro centros comerciales "que ponían en tela de juicio su competitividad, y su propia supervivencia". Era pues el momento de replantearse el porvenir y transformar los mercados municipales en formas comerciales más originales, conservando su esencia y su rasgo más característico: su cercanía y familiaridad. Es entonces cuando el Ayuntamiento de Madrid pone en marcha el Plan de Innovación y Transformación de los Mercados Municipales basado en conseguir una buena imagen del mercado mediante la promoción del producto fresco, la ubicación próxima al ciudadano, la fidelidad de los clientes y la recuperación de un espacio considerado tradicional y ligado a la historia de los madrileños.
Este Plan, que ha afectado hasta el momento a 39 mercados de los 46 que conforman la red municipal, supone uno de los esfuerzos inversores más importantes del área económica municipal que desde un principio apoyó la inversión privada, ayudó al mantenimiento de la competitividad de las empresas y fomentó la creación de empleo. Entre los mercados tradicionales transformados, modernos y competitivos destacan los de San Antón, La Paz, Chamartín, Argüelles, Santa María de la Cabeza, Puente de Vallecas, San Enrique, Alto de Extremadura, Puerta Bonita y Villa de Vallecas.
El Ayuntamiento de Madrid ha destinado, desde 2004, más de 48 millones de euros que han generado una inversión privada de casi 139 millones "Estamos ante otro ejemplo de renovación y colaboración publico privada -subrayó la alcaldesa- que ha sido imprescindible para poder llevar a cabo la transformación de los mercados de Madrid".
El popular Mercado de la calle Ibiza (mapa), que visitó la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, comenzó su modernización en 2007 cuando la Asociación de Comerciantes se hizo cargo de su gestión con el apoyo del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, la Cámara de Comercio de la capital y la empresa Ahorramás. De una inversión total de 9 millones de euros; el Consistorio aportó cerca de 1.300.000, la CAM; 733.000, la Cámara de Comercio; 456.500 y la citada empresa Ahorramás aportó el resto, la mayor parte de la inversión.
El apoyo del Ayuntamiento de Madrid se debe "al especial empeño en dar un impulso al comercio más cercano, -afirmó la alcaldesa-. Y lo hemos hecho con un objetivo económico, porque el comercio, que es una actividad a la que se dedican más del 24% de las pequeñas y medianas empresas españolas, es uno de nuestros grandes motores económicos y de generación de empleo". "Y también un objetivo social -continuó-, porque sabemos que el comercio de proximidad es un punto de encuentro para todos los vecinos".
En el curso de los últimos años, el equipo de Gobierno municipal ha puesto en marcha una serie de ayudas encaminadas a proteger, dinamizar y reactivar el comercio madrileño porque "queremos convertirlo -manifestó Botella- en uno de los grandes escaparates de nuestra ciudad". Este esfuerzo se ha materializado en distintos proyectos para "remodelar, renovar e impulsar los dos escenarios claves del espacio público para el desarrollo de la actividad comercial tanto de los ejes comerciales, como de los mercados municipales que son parte de la vida de la ciudad desde hace dos siglos y que se han convertido en los equipamientos públicos más antiguos, y en uno de los elementos más representativos y emblemáticos del comercio de proximidad".
Plan de Innovación y Transformación de los Mercados Municipales
En las últimas décadas, los mercados madrileños eran testigos de cómo se iba transformando la sociedad de consumo y cómo cambiaban los hábitos de los consumidores y, por el contrario, ellos iban perdiendo paulatinamente competitividad en favor de los macro centros comerciales "que ponían en tela de juicio su competitividad, y su propia supervivencia". Era pues el momento de replantearse el porvenir y transformar los mercados municipales en formas comerciales más originales, conservando su esencia y su rasgo más característico: su cercanía y familiaridad. Es entonces cuando el Ayuntamiento de Madrid pone en marcha el Plan de Innovación y Transformación de los Mercados Municipales basado en conseguir una buena imagen del mercado mediante la promoción del producto fresco, la ubicación próxima al ciudadano, la fidelidad de los clientes y la recuperación de un espacio considerado tradicional y ligado a la historia de los madrileños.Este Plan, que ha afectado hasta el momento a 39 mercados de los 46 que conforman la red municipal, supone uno de los esfuerzos inversores más importantes del área económica municipal que desde un principio apoyó la inversión privada, ayudó al mantenimiento de la competitividad de las empresas y fomentó la creación de empleo. Entre los mercados tradicionales transformados, modernos y competitivos destacan los de San Antón, La Paz, Chamartín, Argüelles, Santa María de la Cabeza, Puente de Vallecas, San Enrique, Alto de Extremadura, Puerta Bonita y Villa de Vallecas.
El Ayuntamiento de Madrid ha destinado, desde 2004, más de 48 millones de euros que han generado una inversión privada de casi 139 millones "Estamos ante otro ejemplo de renovación y colaboración publico privada -subrayó la alcaldesa- que ha sido imprescindible para poder llevar a cabo la transformación de los mercados de Madrid".
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