La Consejería de Sanidad de la Comunidad, a través de la Dirección General de Atención al Paciente, ha coordinado el diseño de una estrategia de seguridad del paciente que se desarrollará desde este año y hasta 2020. El objetivo de esta iniciativa es maximizar la seguridad de los pacientes de la sanidad pública madrileña, a través de la prevención y minimización de riesgos en la asistencia sanitaria. El consejero de Sanidad de la Comunidad, Javier Maldonado, ha asistido a la presentación de la estrategia, acompañado del director general de Atención al Paciente, Julio Zarco. El documento técnico de la estrategia establece que su misión es proporcionar unos servicios sanitarios exentos de daños innecesarios o prevenibles para los pacientes, a través de la implantación y desarrollo de la gestión de riesgos sanitarios.
La estrategia 2015-2020 está precedida por diferentes estrategias de seguridad previas, que han permitido avanzar en la seguridad del paciente, con acciones como la implantación del sistema de identificación inequívoca de pacientes mediante pulseras, los planes de higiene de manos o la implantación de responsables de seguridad del pacientes por servicios clínicos y/o unidades, entre otras.
La estrategia establece 307 actuaciones
Para la elaboración de esta estrategia se constituyeron 23 grupos de trabajo, con al menos un coordinador para cada línea estratégica, que finalmente establecieron un total de 307 actuaciones, enmarcadas en doce líneas estratégicas. La cifra de actuaciones es sensiblemente mayor que la de la anterior estrategia en la que se establecieron un total de 102 actuaciones.
La líneas, a su vez, se engloban en cuatro perspectivas globales: en la perspectiva de Agentes y Grupos de Interés se desarrollan tres líneas estratégicas: “implicar a pacientes, familiares y cuidadores”, “difundir el conocimiento científico” y “comunicación y transparencia”. En la perspectiva de Organización se incluyen las líneas de “consolidación de cultura de seguridad”, “desplegar la seguridad del paciente en la organización” y “continuidad asistencial”.
En la tercera perspectiva, denominada de Procesos Internos, se desarrollan las líneas de “Impulsar y desplegar prácticas seguras”, que incluye, a su vez, otras doce líneas: cirugía y anestesia, pacientes críticos, cuidados y técnicas de enfermería, infección relacionada con la atención sanitaria, uso seguro del medicamento y entornos de especial riesgo en Atención Primaria, urgencias y emergencias, obstetricia y ginecología, pediatría, salud mental, atención al dolor, radiaciones ionizantes y la de “Evitar intervenciones innecesarias”.
Finalmente, en la cuarta y última perspectiva, la de Aprendizaje y Futuro, se han abordado cuatro líneas estratégicas: “Fomentar la investigación”, “Facilitar la innovación tecnológica”, “Potenciar la formación” y “Desarrollar los sistemas de información”.
En el desarrollo de la estrategia se establecerán indicadores de seguimiento de los objetivos y actuaciones; un plan de acción conformado por un conjunto de fichas de seguimiento que será revisado de forma anual; y se elaborarán informes de seguimiento anuales e informes específicos a petición de los órganos directivos del Servicio Madrileño de Salud.
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