La contaminación de las ciudades es actualidad dada la reciente activación en Madrid capital. Las administraciones están empezando a tomar conciencia ante la alarma que supone para la salud pública y por la legislación europea al respecto. Al fomento y concienciación de nuevas formas de movilidad para la ciudadanía se unen medidas de restricción de la movilidad motorizada.
La implicación del sector empresarial es fundamental. Las empresas son el origen de gran parte de la movilidad obligada, esa que origina los desplazamientos diarios con destino el centro de trabajo. Debemos hacer a las empresas partícipes en la movilidad sostenible, de forma transversal en sus organigramas: desde la Dirección hasta RRHH pasando por la RSC o RSE y Sindicatos.
Vamos con un ejemplo:
La empresa ABCDE tiene sus oficinas centrales en la periferia de una gran ciudad. Sus oficinas disponen de escasas plazas de aparcamiento para trabajadores, las que existen son para puestos directivos.
El resto de empleados (que conforman un total de 350 en plantilla) disponen de varias opciones: estación de tren un tanto alejada, transporte público en forma de líneas de autobuses, acceso en coche con alta congestión a horas principales del día y escaso aparcamiento, tímidas iniciativas de coche compartido en la zona o poca o nula promoción de la bici (sin taquillas, duchas ni aparcabicis)
Todo esto se traduce en empleados que madrugan mucho para conseguir aparcar, que sufren estrés o retrasos en las validaciones en los tornos de accesos. A la salida el problema no cambia, nadie quiere quedarse hasta las 7 con las consecuencias que ello conlleva.
ABCDE tiene un impacto ambiental (ruido, humos, congestión,...) en la zona de sus oficinas y toma la decisión de informar y promover formas alternativas de movilidad. Se ha convencido también de que necesita promover la movilidad activa (caminar y bici) entre sus empleados para mejorar el estado físico de su plantilla. Los beneficios no serán pocos: serán más felices y estarán más satisfechos de pertenecer a ella. ABCDE confía en una consultora para, junto a su equipo de cada departamento, crear un plan de movilidad, ponerlo en marcha y hacer su seguimiento.
Últimamente se están activando medidas por alta contaminación, que supone un problema para acceder a sus empleados en coche a las oficinas. Las administraciones establecen primeros contactos con ABCDE para aunar fuerzas ante estos episodios, implicando a las empresas en la concienciación, información y puesta en marcha de medidas... ¿estará tu empresa preparada?
La Directiva 2008/50/CE, de 21 de mayo, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa, traspuesta al ordenamiento jurídico español mediante la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera y el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire, establece determinadas obligaciones para las administraciones públicas, como la de disponer de redes de evaluación de la calidad del aire, informar a la población sobre los niveles de contaminación y adoptar planes de mejora de la calidad del aire a largo plazo para cumplir con los objetivos de calidad y planes de acción a corto plazo cuando exista riesgo de superación de los objetivos de calidad del aire o de los umbrales de alerta de determinados contaminantes, entre ellos el dióxido de nitrógeno (NO2).
La implicación del sector empresarial es fundamental. Las empresas son el origen de gran parte de la movilidad obligada, esa que origina los desplazamientos diarios con destino el centro de trabajo. Debemos hacer a las empresas partícipes en la movilidad sostenible, de forma transversal en sus organigramas: desde la Dirección hasta RRHH pasando por la RSC o RSE y Sindicatos.
Vamos con un ejemplo:
La empresa ABCDE tiene sus oficinas centrales en la periferia de una gran ciudad. Sus oficinas disponen de escasas plazas de aparcamiento para trabajadores, las que existen son para puestos directivos.
El resto de empleados (que conforman un total de 350 en plantilla) disponen de varias opciones: estación de tren un tanto alejada, transporte público en forma de líneas de autobuses, acceso en coche con alta congestión a horas principales del día y escaso aparcamiento, tímidas iniciativas de coche compartido en la zona o poca o nula promoción de la bici (sin taquillas, duchas ni aparcabicis)
Todo esto se traduce en empleados que madrugan mucho para conseguir aparcar, que sufren estrés o retrasos en las validaciones en los tornos de accesos. A la salida el problema no cambia, nadie quiere quedarse hasta las 7 con las consecuencias que ello conlleva.
ABCDE tiene un impacto ambiental (ruido, humos, congestión,...) en la zona de sus oficinas y toma la decisión de informar y promover formas alternativas de movilidad. Se ha convencido también de que necesita promover la movilidad activa (caminar y bici) entre sus empleados para mejorar el estado físico de su plantilla. Los beneficios no serán pocos: serán más felices y estarán más satisfechos de pertenecer a ella. ABCDE confía en una consultora para, junto a su equipo de cada departamento, crear un plan de movilidad, ponerlo en marcha y hacer su seguimiento.Últimamente se están activando medidas por alta contaminación, que supone un problema para acceder a sus empleados en coche a las oficinas. Las administraciones establecen primeros contactos con ABCDE para aunar fuerzas ante estos episodios, implicando a las empresas en la concienciación, información y puesta en marcha de medidas... ¿estará tu empresa preparada?
Marco normativo
La Directiva 2008/50/CE, de 21 de mayo, relativa a la calidad del aire ambiente y a una atmósfera más limpia en Europa, traspuesta al ordenamiento jurídico español mediante la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera y el Real Decreto 102/2011, de 28 de enero, relativo a la mejora de la calidad del aire, establece determinadas obligaciones para las administraciones públicas, como la de disponer de redes de evaluación de la calidad del aire, informar a la población sobre los niveles de contaminación y adoptar planes de mejora de la calidad del aire a largo plazo para cumplir con los objetivos de calidad y planes de acción a corto plazo cuando exista riesgo de superación de los objetivos de calidad del aire o de los umbrales de alerta de determinados contaminantes, entre ellos el dióxido de nitrógeno (NO2).
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