Paisajes de primavera en la Casa de Campo
El arroyo Meaques es un pequeño afluente tributario por la margen derecha del río Manzanares. A pesar de su escasa longitud es junto con el arroyo de Antequina, uno de los dos cauces con caudal permanente que atraviesan la Casa de Campo. Este pequeño curso fluvial ha estado siempre muy vinculado al devenir histórico de la Casa de Campo y por este motivo sus márgenes están jalonados de parajes de gran significación histórica. Caminar o pedalear por los senderos del Meaques en una mañana de primavera, es conocer un poco mas de la historia de nuestra ciudad.
La breve historia de un humilde arroyo
El arroyo Meaques
nace en el llamado Ventorro del Cano a 750 metros de altitud, justo en la divisoria de aguas entre las cuencas de Guadarrama y del Manzanares y en la frontera municipal entre Pozuelo y Alcorcón. Una vez que supera la barrera creada por la autovía M-40 su valle se va definiendo y su cuenca se perfila poco a poco en una zona desarbolada y en la que solo encontraremos retamares, como bien indica la toponimia que abunda en la zona. Los arroyos de Valchico y Retamares unen sus humildes caudales justo en el paraje conocido como Los Meaques a espaldas de los cines Kinepolis.
Todo este gran despoblado ha tenido una intensa vinculación histórica con los cercanos campamentos militares de la carretera de Extremadura siendo estos terrenos tradicional zona de maniobras militares. Una vez conformada, la vaguada del Meaques sirve de barrera natural entre la nueva zona conocida como “Ciudad de la Imagen” perteneciente a Pozuelo y los antiguos cuarteles, la colonia Gran Capitán y la “Colonia Arroyo Meaques” una urbanización de viviendas unifamiliares de origen militar y que conserva el encanto de un pequeño pueblo. Esta colonia fue levantada en la posguerra para oficiales y suboficiales y acaba de ser acertadamente rehabilitada. Rebasado el nudo de carreteras de la M-502 el arroyo Meaques se hace madrileño al internarse en la Casa de Campo por la llamada
Reja de Meaques.
El Meaques y la Casa de Campo
El perímetro de la Casa de Campo fue delimitado y cerrado por un muro en el siglo XVIII, esta importante obra compuesta de pedernal y ladrillo, jalonada de puertas y de rejas fue proyectada por Francisco Sabatini y finalizada en 1769. En su tramo oeste la tapia de la Casa de Campo sirve de limite administrativo entre Pozuelo de Alarcón y Madrid.
Las llamadas “rejas” eran los accesos habilitados para el paso de las corrientes fluviales al interior del parque. Como su nombre indica se trata de arcos de mayor o menor tamaño dotados de rejas batientes para facilitar el paso del agua y evitar el paso de intrusos –generalmente cazadores furtivos- al parque, que por entonces era finca y cazadero real.
En el interior de la Casa de Campo y en el tramo de comprendido desde la reja de Meaques hasta la explanada del Rey el arroyo salva un desnivel de apenas 40 metros en una distancia de casi cinco kilómetros. En su tramo final, desde el Lago, su cauce pasa a estar soterrado y en la actualidad no vierte sus aguas al Manzanares sino a la red de colectores de la margen derecha del río. En el interior de la Casa de Campo el arroyo Meaques conforma un paisaje trufado de fresnos, sauces, olmos, chopos y en general las especies habituales del bosque de ribera. Mas alejados del cauce veremos robles, encinas y pinos piñoneros.
El Meaques articula un corredor de gran valor medioambiental y paisajístico y que te invitamos a conocer.