Posible pago con tarjeta, los cambios se acumulan en el saldo de la matrícula
Madrid va a ser la primera ciudad del mundo que aplica el concepto de sostenibilidad en el sistema de regulación del aparcamiento en superficie. Ana Botella, alcaldesa de la ciudad, ha presentado esta mañana el nuevo sistema operativo del SER inteligente y los tres modelos de parquímetros que, desde ayer, se están instalando en las calles de la capital. Este nuevo SER, "un sistema pionero y único en el mundo", en palabras de la alcaldesa, trasciende a la mera "asignación de un recurso escaso como es el espacio para aparcar en la calle" para adquirir una dimensión "ambiental e imprescindible para el uso racional del vehículo privado".
Con ese objetivo el nuevo SER ha introducido las emisiones contaminantes de los vehículos y el nivel de ocupación de las distintas zonas como los dos criterios medioambientales que, sumados a los ya existentes, servirán para calcular la tasa del estacionamiento en superficie. "Por primera vez en una ciudad, -ha explicado la alcaldesa- los vehículos con menos emisiones de óxidos de nitrógeno serán bonificados en la tarifa y, en coherencia, se penalizará con una tasa más elevada a los vehículos más contaminantes, según el principio medioambiental de ‘quien contamina, paga'". De igual forma, será más barato aparcar en un barrio con más espacio disponible para el estacionamiento, mientras que tendrá que pagar más quien opte por dejar su vehículo en un lugar más saturado. Es un proyecto, al que Botella calificó de "ambicioso y comprometido con Madrid", en el que su Gobierno lleva dos años trabajando.
Con ese objetivo el nuevo SER ha introducido las emisiones contaminantes de los vehículos y el nivel de ocupación de las distintas zonas como los dos criterios medioambientales que, sumados a los ya existentes, servirán para calcular la tasa del estacionamiento en superficie. "Por primera vez en una ciudad, -ha explicado la alcaldesa- los vehículos con menos emisiones de óxidos de nitrógeno serán bonificados en la tarifa y, en coherencia, se penalizará con una tasa más elevada a los vehículos más contaminantes, según el principio medioambiental de ‘quien contamina, paga'". De igual forma, será más barato aparcar en un barrio con más espacio disponible para el estacionamiento, mientras que tendrá que pagar más quien opte por dejar su vehículo en un lugar más saturado. Es un proyecto, al que Botella calificó de "ambicioso y comprometido con Madrid", en el que su Gobierno lleva dos años trabajando.