lunes, 16 de mayo de 2011

El sendero del Arroyo Meaques (I)

Paisajes de primavera en la Casa de Campo

El arroyo Meaques es un pequeño afluente tributario por la margen derecha del río Manzanares. A pesar de su escasa longitud es junto con el arroyo de Antequina, uno de los dos cauces con caudal permanente que atraviesan la Casa de Campo. Este pequeño curso fluvial ha estado siempre muy vinculado al devenir histórico de la Casa de Campo y por este motivo sus márgenes están jalonados de parajes de gran significación histórica. Caminar o pedalear por los senderos del Meaques en una mañana de primavera, es conocer un poco mas de la historia de nuestra ciudad.

Arroyo Meaques, detalle en plano de 1900

La breve historia de un humilde arroyo


El arroyo Meaques nace en el llamado Ventorro del Cano a 750 metros de altitud, justo en la divisoria de aguas entre las cuencas de Guadarrama y del Manzanares y en la frontera municipal entre Pozuelo y Alcorcón. Una vez que supera la barrera creada por la autovía M-40 su valle se va definiendo y su cuenca se perfila poco a poco en una zona desarbolada y en la que solo encontraremos retamares, como bien indica la toponimia que abunda en la zona. Los arroyos de Valchico y Retamares unen sus humildes caudales justo en el paraje conocido como Los Meaques a espaldas de los cines Kinepolis.

Todo este gran despoblado ha tenido una intensa vinculación histórica con los cercanos campamentos militares de la carretera de Extremadura siendo estos terrenos tradicional zona de maniobras militares. Una vez conformada, la vaguada del Meaques sirve de barrera natural entre la nueva zona conocida como “Ciudad de la Imagen” perteneciente a Pozuelo y los antiguos cuarteles, la colonia Gran Capitán y la “Colonia Arroyo Meaques” una urbanización de viviendas unifamiliares de origen militar y que conserva el encanto de un pequeño pueblo. Esta colonia fue levantada en la posguerra para oficiales y suboficiales y acaba de ser acertadamente rehabilitada. Rebasado el nudo de carreteras de la M-502 el arroyo Meaques se hace madrileño al internarse en la Casa de Campo por la llamada Reja de Meaques.

Reja de Meaques

El Meaques y la Casa de Campo


El perímetro de la Casa de Campo fue delimitado y cerrado por un muro en el siglo XVIII, esta importante obra compuesta de pedernal y ladrillo, jalonada de puertas y de rejas fue proyectada por Francisco Sabatini y finalizada en 1769. En su tramo oeste la tapia de la Casa de Campo sirve de limite administrativo entre Pozuelo de Alarcón y Madrid.

Las llamadas “rejas” eran los accesos habilitados para el paso de las corrientes fluviales al interior del parque. Como su nombre indica se trata de arcos de mayor o menor tamaño dotados de rejas batientes para facilitar el paso del agua y evitar el paso de intrusos –generalmente cazadores furtivos- al parque, que por entonces era finca y cazadero real.

En el interior de la Casa de Campo y en el tramo de comprendido desde la reja de Meaques hasta la explanada del Rey el arroyo salva un desnivel de apenas 40 metros en una distancia de casi cinco kilómetros. En su tramo final, desde el Lago, su cauce pasa a estar soterrado y en la actualidad no vierte sus aguas al Manzanares sino a la red de colectores de la margen derecha del río. En el interior de la Casa de Campo el arroyo Meaques conforma un paisaje trufado de fresnos, sauces, olmos, chopos y en general las especies habituales del bosque de ribera. Mas alejados del cauce veremos robles, encinas y pinos piñoneros. El Meaques articula un corredor de gran valor medioambiental y paisajístico y que te invitamos a conocer.

Mapa de la Senda del Arroyo Meaques

Para comenzar la ruta, transporte público


La mejor manera de acceder al comienzo de la ruta es el transporte público y por ello recomendamos dos posibles puntos de partida. El primero de ellos es la estación de Colonia Jardín (línea 10 y Metro Ligero) o si vienes desde Pozuelo o Aravaca la estación de Prado de la Vega (Metro Ligero, línea 2). Desde cualquiera de las dos opciones no debe ser difícil callejear para acercarnos a la reja de Meaques y contemplar su bella factura de arcos de ladrillo. Además a lo largo de la ruta pasaremos junto a tres estaciones de Metro (Casa de Campo, Batan y Lago).

Desde Colonia Jardín bajaremos por la calle Ayllón hasta llegar a la tapia de la Casa de Campo donde veremos el cauce del arroyo. Desde Prado de La Vega pasaremos por la pasarela de la M-502 para seguir por la calle Málaga (Colonia de los Ángeles) hasta la Puerta del Zarzón.

El primer referente a explorar en esta zona es la Reja de Meaques y su entorno. Junto a la misma se encuentra un pequeño poblado de viviendas de comienzo del siglo XX que se levanta junto al cauce del Meaques y que forma parte del extremo meridional de la Colonia de los Ángeles (Pozuelo). Este era el punto donde coincidían antiguamente los municipios de Madrid, Carabanchel Bajo y Pozuelo.

La reciente rehabilitación de la tapia de la Casa de Campo ha mantenido dos entradas a través de la tapia, la primera junto al propio Meaques y la segunda respetando la ubicación primitiva de la Puerta del Zarzón. Este acceso ha sido reconstruido hace apenas cinco años con los sillares originales de la puerta primitiva. Justo por esta puerta entró en otoño de 1936 la vanguardia de las tropas nacionales como preludio de la posterior batalla de la Casa de Campo

Puerta del Zarzón

La explanada del Zarzón. Ya estamos en la Casa de Campo


La Casa de Campo nos muestra uno de sus parajes más singulares: la explanada del Zarzón. Como su nombre indica la zona esta salpicada de zarzales donde encuentran refugio los conejos siempre raudos ante el acoso de los perros. En esta zona podemos disfrutar de numerosos testimonios de la historia del parque.

Puente de la Culebra
En primer lugar el famoso puente de “la Culebra” un paso de ladrillo y granito que atraviesa serpenteante el Meaques y que fue proyectado por Sabatini como parte de un encargo de cinco puentes sobre el arroyo: Culebra, Batán, Álamo Negro, Siete Hermanas y Agachadiza. De todos ellos el que mejor se ha conservado ha sido el de la Culebra. Esta obra es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura barroca italiana en Madrid y debemos felicitarnos no solo por su excelente restauración realizada en 1980 sino también por lo afortunado de su emplazamiento en un paraje recoleto como pocos.

Calera
Junto al puente y en la orilla derecha veremos los restos de unas fortificaciones de la Guerra Civil y que la asociación GEFREMA ha catalogado como polvorines de las tropas franquistas. Junto a ellos veremos los restos de un horno de cal. Esta calera se reconoce por su forma de ladrillo circular y seguramente es de la misma época del puente de la Culebra.

Fuente del Zarzón
Antes de dejar este paraje señalar la presencia de la fuente del Zarzón y de la desaparecida captación de aguas (siglo XIX) para la red de caceras de riego que recorren el parque. Seguimos la ruta por cualquiera de las dos orillas del arroyo, bien por los senderos junto al cauce o por la antigua carretera del Zarzón actualmente ocupada por la calzada del Anillo Verde Ciclista. Los más curiosos verán que en este tramo hay vestigios de numerosas construcciones de origen militar junto a la orilla del arroyo.

Carretera del Zarzón

El Puente del Álamo Negro y el Zoo


La carretera del Zarzón gira al la derecha al llegar a la valla de perímetro del Zoo para volver a cruzar el Meaques por el antiguo Puente del Batan (hoy conocido como del Álamo Negro) Este puente se encuentra bastante transformado con respecto a como lo proyectara Sabatini. Su factura original ha cambiado con los siglos y además fue semidestruido en la riada de 1995. Con posterioridad no ha sido restaurado con mucha fortuna a lo que contribuye la cercana valla del Zoo y un aliviadero de hormigón plagado de grafittis.

Encina junto al Puente de la Culebra
En este punto podemos elegir entre dos opciones que sirven para rodear el perímetro del zoológico. La opción de la izquierda que rodea el flanco norte del Zoo es mas tranquila pero también mas cansada y a cambio podemos ver –sin pagar entrada- parte del delfinario y recintos tan interesantes como el de los tigres. El ascenso a una colina y el posterior descenso nos lleva de nuevo junto al Meaques a la altura del puente de Hierro.

Panel Senda Botánica
Si por el contrario, desde el Puente del Álamo Negro seguimos la alternativa de la derecha estaremos reproduciendo el mismo recorrido que realiza el Anillo Verde pasando por delante del Zoo. Rebasado el puente veremos una construcción de corte solemne, la Ermita de San Pedro erigida en 1954 gracias a la “Unidad y devoción de los vecinos de los Carabancheles”. Este edificio religioso fue destino de romerías y hoy pasa desapercibido junto a la valla del Zoo. Los que han pertenecido al movimiento Scout deben saber que en el aparcamiento, junto a la entrada al Zoo se encuentra un pequeño monumento en conmemoración de Baden Powell.

(...sigue en el próximo artículo)

4 comentarios :

  1. Muy bueno!!!! Pues el sábado casi seguimos sin querer todo el curso del Arroyo Meaques, tengo curiosidad por conocer el punto donde nace!!!

    Agus

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  2. Bueno, bajábamos tan rápido (las ganas de llegar a casa a comer) que casi no tuvimos tiempo de ver el arroyo, aunque estar, seguro que estaba por allí. La próxima vez lo haremos con más calma.

    :) :) ;)

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  3. Proxima expedición de la "Sociedad Geografica Madrileña" (de fondo imaginar la sintonia de National Geografic) "A la busqueda de las fuentes del Meaques"...... Me ofrezco voluntario. Es una zona mas árida que la CdC pero el Skyline de la ciudad bajando desde la M-40 es único. Mejor por la tarde con la ciudad iluminada por el sol.

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  4. joder y ya estan llenas de pintadas, malditos idiotas fuera graffiteros de madrid, y el ayto ya se podia poner a borrarlas no?

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