El Gobierno de la ciudad de Madrid ha aprobado en menos de dos años de este mandato tres paquetes de bonificaciones fiscales que han permitido ahorrar a los madrileños más de 250 millones de euros. Una política fiscal que busca equilibrar los impuestos municipales para dinamizar la economía y a la vez garantizar una recaudación suficiente que permita prestar unos servicios públicos de calidad en un contexto de extrema gravedad económica y social.