Enrique Garrote Dominguez
En un mercado de trabajo competitivo y cada vez más internacionalizado no son pocos los inconvenientes que los directivos tradicionales están encontrando para adaptarse a las nuevas reglas del mercado. La mayoría de empresas de todos los sectores se encuentran inmersas en procesos de digitalización que revolucionarán la forma en que comercializan sus productos y/o servicios.
Estos cambios profundos que se están produciendo en las organizaciones deben estar liderados por directivos que cuenten con la formación y los conocimientos necesarios para llevar a buen puerto los esfuerzos de estas empresas. Por ello los directivos no deben caer en la arrogancia de creer que ya lo saben todo del mundo empresarial y esforzarse por seguir formándose para poder ofrecer respuestas a las necesidades de las empresas del siglo XXI.
En un mercado de trabajo competitivo y cada vez más internacionalizado no son pocos los inconvenientes que los directivos tradicionales están encontrando para adaptarse a las nuevas reglas del mercado. La mayoría de empresas de todos los sectores se encuentran inmersas en procesos de digitalización que revolucionarán la forma en que comercializan sus productos y/o servicios.
Estos cambios profundos que se están produciendo en las organizaciones deben estar liderados por directivos que cuenten con la formación y los conocimientos necesarios para llevar a buen puerto los esfuerzos de estas empresas. Por ello los directivos no deben caer en la arrogancia de creer que ya lo saben todo del mundo empresarial y esforzarse por seguir formándose para poder ofrecer respuestas a las necesidades de las empresas del siglo XXI.