El único requisito que se exige, además de estar empadronado en Madrid, es ser mayor de 65 años o pensionista mayor de 60.
Su objetivo es ofrecer a estas personas un abanico de beneficios sociales y la posibilidad de disponer de determinadas ventajas por el simple hecho de ser mayor.
La entrada en museos y bibliotecas de titularidad pública; la posibilidad de obtener descuentos en comercios y en determinados bienes y servicios de interés general; o el acceso a cines y teatros con precios más económicos son algunas de esas prestaciones, que se irán ampliando progresivamente.
Toda esta información se facilitará, entre otros cauces, a través del portal que, bajo el dominio madridmayor.es, desarrollará el Ayuntamiento para acercar, informar y facilitar el acceso a todos los servicios que presta a los ciudadanos de más de 65 años.
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