La misma noche electoral, y después de conocer los resultados, Sebastián y Simancas intentaron dimitir, pero en primer lugar fue José Blanco y después el mismo Zapatero quien les pidió que no lo hicieran hasta pasadas las Generales del 2008.La semana pasada, Miguel Sebastián no pudo soportar la presión que ejercían sobre él muchos militantes y algunos concejales de su lista, y optó por presentar su dimisión.
Hoy, el secretario general del Partido Socialista de Madrid, Rafael Simancas ha seguido el mismo camino, presentando su dimisión ante la Ejecutiva Regional del PSOE, después de haber sido llamado por Zapatero a Moncloa.
La diferencia con Sebastián es que Simancas seguirá manteniendo sus cargos (y sus sueldos) de diputado en la Asamblea de Madrid y Senador, que la vida está difícil y hay que pagar muchas hipotecas.
Mientras tanto, muchos militantes socialistas se preguntan…
¿Quién colocó a dedo como candidato al Ayuntamiento a un amigo suyo, en contra de las bases socialistas de Madrid, y de todo el Partido Socialista Madrileño?
¿Quién permitió que Simancas siguiera en el poder hace cuatro años, después de haber sido traicionado por sus compañeros de partido, y volviese a presentarse una vez más?
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