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miércoles, 12 de diciembre de 2007

Centro Internacional de Convenciones (XIV). El alcalde de Madrid

Supongo que Prevost estará pensando que 13 entradas son demasiadas para esta birria de edificio, aunque si supiera que van a ser 15 seguro que le daba algo. Mientras tanto Didi, extrañado, se preguntará cómo ha cambiado tanto Aalto, que todavía no ha puesto una sola foto de Gallardón.

Pero, por eso no hay problema, le dedicamos una entrada entera, y asunto solucionado.


Ayer era un día especial para el alcalde, porque según nos "chivaron" cumplía 49 años. Alguno pensó en cantarle el "cumpleaños feliz" pero era un acto muy serio y no habrá quedado bien. Bueno, pues aunque sea con un día de retraso, ¡Felicidades, Alcalde!

El acto empezó con Emilio Tuñón, en representación del equipo de arquitectos, explicando frente a los paneles las ideas principales del edificio.


Posteriormente lo hizo sobre las maquetas que había allí expuestas.


Una vez sentado el público asistente, se proyectó el vídeo que os hemos puesto en una de las entradas anteriores, y se procedió a la firma del contrato de redacción de proyecto y dirección de obra, por un importe de 9 millones de euros, entre el presidente de Madrid Espacios y Congresos, Luis Blázquez, y el equipo de arquitectos ganador del concurso de ideas, formado por Emilio Tuñón, Luis Moreno Mansilla y Matilde Peralta del Amo. Como curiosidad, la firma se realizó de manera electrónica, y no en papel, y pudo verse ampliado en la pantalla trasera.


Una vez llegado el turno de los discursos, los primeros en hablar fueron Luis Blázquez y Emilio Tuñón, dejando el "cierre" del acto a Alberto Ruiz-Gallardón.


En su discurso, empezó destacando que en tan solo 14 meses, estará redactado el proyecto del Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid, y empezarán las obras de un edificio emblemático que estará situado entre los cuatro rascacielos de la Castellana. Según sus palabras, “la firma de este contrato constituye una prueba más de la capacidad de transformación de Madrid, capaz de generar espacios que contribuyan tanto a su desarrollo económico y social, como a proporcionar una mayor calidad de vida a todos sus ciudadanos. Este sol que, gracias a miles de pequeñas luces de bajo consumo, también brillará de noche, será un símbolo del Madrid abierto y global del siglo XXI, de un Madrid en el que la creatividad y la iniciativa, tanto pública como privada, establecen alianzas en favor del progreso”.


Para el Alcalde, “estos arquitectos nos proponen una solución en la que forma y función se complementan, y plenamente adaptada al espacio donde se ubica: el epicentro del nuevo centro financiero y de servicios de Madrid. Porque las cuatro torres y este Centro Internacional de Convenciones conformarán, por sus comunicaciones con el resto de la ciudad, los recintos feriales y el aeropuerto, un atractivo núcleo de actividad económica que dará continuidad al eje de la Castellana”.


La Ciudad de Madrid cuenta con dos importantes centros de convenciones: el Palacio de Exposiciones y Congresos de la Castellana, gestionado por Turespaña, y el Palacio Municipal de Congresos del Campo de las Naciones; pero tanto por su grado de ocupación como por sus dimensiones, todavía hay importantes acontecimientos que no llegan a celebrarse en Madrid.

Según palabras del Alcalde, “el futuro Centro Internacional de Convenciones, mayor que la suma de los dos existentes, será la solución a esta situación. Dotará a la ciudad de un equipamiento versátil y polivalente que completará la oferta actual. Estamos hablando de un equipamiento que ocupará una parcela de más de 33.000 metros cuadrados y cuya superficie construida alcanzará los 290.000 metros cuadrados, de los cuales 70.000 serán sobre rasante y los otros 120.000 bajo rasante. Estas dimensiones harán posible que cuente con un auditorio cuyo aforo de 3.500 plazas se podrá ampliar hasta las 5.000”.


Acabó su discurso recordando que las actuaciones promovidas por el Ayuntamiento en el área de las Cuatro Torres no se limitan sólo al Centro Internacional de Convenciones, “también se extienden a un planeamiento que conjuga la necesidad de aumentar las zonas verdes y peatonales que contribuyan al reequilibrio medioambiental, con un sistema de movilidad que garantice eficaces accesos que eviten la saturación de un ámbito en el que trabajarán más de 12.500 personas. Ésa es la función que cumple el anillo distribuidor, en funcionamiento desde el pasado octubre, que libera la superficie de vehículos, y ofrece conexiones directas tanto con la M-30 como con el Eje de la Castellana”

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