Nuevo Centro de Arte y Tecnologías Aplicadas -CATA- en Chamberí

Madrid es una ciudad culturalmente rica, variada y con mucha vida. Desde ahora un poco más. La fundación Autor, perteneciente a la SGAE, ha creado un espacio para artistas en el que podrán desarrollar cualquier proyecto audiovisual con las tecnologías más avanzadas. Se llama CATA (Centro de Arte y Tecnologías Aplicadas), y su inversión ha sido de 12 millones de euros. Su director, Ángel Quintanilla, quiso que este centro estuviera ubicado en la capital para que fuera más accesible, y así ha sido. El distrito de Chamberí (Calle de Abdón Terradas, 3) alberga los dos edificios por los que está formado, el principal, CATA, y otro secundario llamado Tramart.


El centro tiene tres objetivos principales. El primero de ellos es la formación. Se pretende ofrecer un lugar donde aprender nuevas técnicas. Le llaman el método «abc» (actuación, baile y canto), y ya lo están poniendo en marcha, por ejemplo, en musicales. De hecho, en el de «Los Increíbles» se podrá ver a varios alumnos.

Por otra parte se encuentra la ingeniería. Aquí se trabaja investigando y sirviendo a otras empresas o grupos como consultores. Y, por último, la producción. En este ámbito se encuadra la mayor parte de los recursos del centro. Las últimas tecnologías, unas salas con una gran acústica y buenos técnicos avalan este trabajo. Tanto audio como video, cualquier formato y en diferentes calidades. Todo es posible en CATA.


Para aquellos que estén asociados a la sociedad de gestión, las instalaciones serán gratuitas, mientras que para los demás «tienen un precio que está fijado por el mercado», según describió Quintanilla. Aunque se ofrecen, incluso, máquinas que son exclusivas en España: «Esta filmadora —así se llama la máquina en cuestión— abarata la producción de una película en un 75 por ciento, frente a los antiguos modelos», explicaba un técnico, acerca de las ventajas de trabajar en el centro.

Otra novedad es un gran plató que normalmente se utiliza para grabar anuncios o pequeños fragmentos de películas. Pero lo mejor, y que lo hace especial, es que gracias al trabajo acústico y al gran espacio con el que cuenta se puede utilizar como estudio de grabación, principalmente de orquestas, en el caso de bandas sonoras, o directos, con público inclusive.

Fuente: abc.es