En nuestra región hay más de 2,3 millones de usuarios de gas, por lo que mantener la seguridad de las instalaciones que se utilizan es de vital importancia, siendo responsabilidad tanto de la Administración, las empresas distribuidoras y los propios usuarios, que deben hacer un uso responsable de las mismas. La información difundida recoge fundamentalmente los consejos de seguridad dirigidos a los usuarios de gas, la periodicidad con la que deben cumplirse las revisiones de estas instalaciones, así como una serie de teléfonos de interés para los ciudadanos.
Para el desarrollo de esta campaña informativa, la Comunidad de Madrid ha contado con la colaboración de las empresas Madrileña Red de Gas, Gas Natural Distribución, Gas Natural Fenosa, Galp Energía, Repsol, Endesa, la Asociación Española del Gas (SEDIGAS), la Asociación de Empresarios de Fontanería, Saneamiento, Gas, Calefacción, Climatización, Electricidad, Mantenimiento y Afines de Madrid (ASEFOSAM) y la Federación Española de Asociaciones Provinciales de Empresas Distribuidoras de Gases Licuados del Petróleo (FEDGLP).
Rotellar ha señalado que la Consejería de Economía y Hacienda viene realizando numerosas actuaciones en el ámbito de la seguridad de estas instalaciones, como la elaboración de normativa sobre el fomento de la utilización de aparatos estancos o sobre el procedimiento de inspección, además de campañas de información y de revisión de las instalaciones. Todas estas acciones han contribuido enormemente a reducir el índice de siniestralidad relacionadas con las instalaciones de gas.
Mantener libres las rejillas de ventilación
Gran parte de los consejos incluidos en la campaña se dirigen a evitar posibles intoxicaciones por mala combustión de los aparatos. En este sentido, se recomienda comprobar la correcta combustión de la llama, vigilando que sea azul, para evitar la producción de monóxido de carbono, debido a una mala combustión. Entre los consejos dirigidos a los usuarios de gas está el de instalar un aparato estanco en caso de tener que sustituir la caldera o calentador, así como mantener libres las rejillas de ventilación y los conductos de evacuación de los humos de la combustión, así como revisar las chimeneas y mantenerlas libres de elementos que las obstruyan.
Los usuarios de gas natural y de propano canalizado deben hacer una inspección periódica cada cinco años, y es la empresa suministradora la que tiene que avisar al titular y mandar a un inspector. El pago de su coste se incluirá en la facturación del consumo de gas. Las instalaciones que se alimentan desde depósitos individuales o mediante botellas de butano/propano también deben pasar, cada cinco años, una revisión que el titular o usuario habrá de contratar con una empresa instaladora de gas habilitada, siendo el precio y modo de pago de la prestación el que pacten ambas partes.
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