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martes, 1 de abril de 2014

Comunicado de la 'Plataforma Vecinal Quinta de Torre Arias'

La primera concentración convocada por la Plataforma Ciudadana, constituida para garantizar el uso público de la finca de Torre Arias, ha sido un éxito. Los vecinos exigen su inmediata apertura y la garantía de que se cumpla el acuerdo con la Condesa de Torre Arias por el que cedían los jardines y sus edificaciones con la condición de que se empleara como parque público y para servicios a la ciudad de Madrid.

Comunicado de la 'Plataforma Vecinal Quinta de Torre Arias' La concentración se repetirá el último domingo de cada mes, hasta que la Alcaldesa desista de su idea de ceder parte de las instalaciones a entidades privadas. La próxima está prevista para el 27 de abril, también a las 12 horas junto al metro de Torre Arias.

Estamos en contra de que Ana Botella, no cumpla los deseos de la Condesa que falleció en el 2012 y, de acuerdo con su voluntad y el convenio firmado con el Ayuntamiento de Tierno Galván, desde esa fecha o principios del 2013 el parque, de 18,4 hectáreas (entre las 10 mayores zonas verdes de Madrid), debería estar abierto al público.

Los vecinos piensan que, como es un lujo que en plena Calle de Alcalá tengamos todavía esta zona verde intacta, la Alcaldesa no quiere que los barrios populares la disfruten. Su idea era “regalar” toda la finca pero, ante el interés suscitado, no le ha quedado más remedio que anunciar que parte de los jardines de la finca se abrirán el próximo verano. Según los jardineros municipales incumplirá su palabra ya que es muy tarde para iniciar los trabajos de acondicionamiento necesarios para abrir al público en el verano.

Denunciamos que, mientras los jardines (declarados como zona verde singular) están cerrados, deteriorándose por falta de cuidados, 290 jardineros municipales, profesionales muy cualificados, que estarían encantados de preparar los jardines para abrir al público y sin ningún coste para las arcas Municipales, estén infrautilizados sin asignarles suficiente trabajo, ya que sus funciones se las han quitado para que las realice una empresa privada. A la Alcaldesa no le disgusta hacer recortes sociales o poner en riesgo de desempleo a históricos empleados municipales, lo importante para ella es que no falte dinero para sus “buenos amigos” empresarios.

Rechazamos que, con la excusa del “uso educativo, 7.000 m2 en edificaciones y una parte importante de los jardines, quiera cederlo por cero euros a la Universidad Navarra, entidad privada del Opus Dei, argumentando que solo lo cede por 75 años (evidentemente todos sabemos que se lo quedarán para siempre). Que no nos engañen; lo quieren para lucrarse impartiendo una enseñanza de élite, inaccesible económicamente para los jóvenes del barrio de Canillejas y San Blas.

Rebatimos todos los argumentos para justificar el regalo: Dicen que no hay dinero para la rehabilitación de los jardines cuando, al mismo tiempo, han presupuestado 100.000€ con una empresa privada, cuando podían hacerlo gratis con los jardineros municipales. Por otro lado, el Ayuntamiento tiene en proyecto construir un aparcamiento (subterráneo y de superficie), suponemos que para uso exclusivo de la Universidad. Mientras, rápidamente y de tapadillo, continúan buscando una fórmula legal para despojar a los madrileños del disfrute de las instalaciones y parte de los jardines de la Quinta.

Exigimos que todas las edificaciones de los jardines del Parque del Capricho, Quinta de los Molinos y Quinta de Torre Arias se dediquen a diversas actividades culturales o educativas, sin ánimo de lucro, cursos de formación profesional (Albañilería, jardinería, carpintería, informática, Idiomas,…), y escuelas de música, cerámica, teatro, pintura,.. Así como exposiciones temporales, incluso un museo que recogiera toda la historia de la zona y que atraiga visitas de interés cultural para los tres parques que están muy próximos.

Solicitamos un estudio serio para, además de los usos indicados en el punto anterior de los múltiples edificios de los tres parques, alojar determinados servicios municipales evitando así costosos alquileres, como por ejemplo, el edificio de la calle Albarracín, 31, ubicado en nuestra zona y otras muchas dependencias alquiladas, por las que el Ayuntamiento paga decenas de millones de euros de los contribuyentes todos los años. Con el ahorro en alquileres, se podría financiar las obras de acondicionamiento de todos los edificios, pagar todas las actividades descritas y, seguro, sobraría dinero.

Los vecinos denuncian la falta claridad y transparencia de la Alcaldesa. Ella misma ha creado la desconfianza; nos da una alegría cuando dice que lo van a abrir y, al mismo tiempo, está negociando la cesión de una parte muy importante del parque con una empresa privada. Los ciudadanos estamos hartos de las reiteradas decisiones políticas que van siempre en contra del bienestar de la mayoría y que favorecen exclusivamente a intereses de una poderosa minoría y, desde luego, si Ana Botella y el PP no desisten en su empeño, les saldrá muy caro, políticamente hablando.

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