Hace justo dos años que el horror terrorista se cebaba en París con una cadena de atentados que se cobraron la vida de más de 130 personas. Hoy, lunes 13 de noviembre, Madrid y París han vuelto a mostrar su unión en esa lucha contra la barbarie terrorista y su afán por mantener vivo el recuerdo de quienes la han padecido. Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, y el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, han descubierto un monolito con una placa que, como consta en su texto, busca también que ese recuerdo “nos sirva de estímulo para defender la libertad”. Se cumple así el acuerdo, adoptado por unanimidad del Pleno municipal de noviembre de 2015.
El monolito conmemorativo se ha instalado en la plaza de la Villa de París, durante un acto al que han asistido, además de representantes de las distintas fuerzas políticas municipales y de asociaciones de víctimas de terrorismo, uno de los supervivientes de los atentados, Iván García Gil, y los familiares de Juan Alberto González Garrido, joven ingeniero español que trabajaba en París y que falleció en la sala Bataclán. “Ante las víctimas –ha señalado la alcaldesa- sólo podemos unirnos, querernos, decir que el dolor de uno tiene que ser en cierta medida el dolor de todos”.
La alcaldesa ha defendido el “principio de humanidad” como uno de los elementos imprescindible para “vencer la brutalidad, el horror” que entraña el desprecio a la vida que muestra el terrorismo. “Volvamos –ha dicho- a lo que une a las personas, ese principio de humanidad que nos vincula, nos define y que es nuestra riqueza: la vida humana”. “Queremos que esa vocación de tolerancia y acogida que tiene Madrid, sea también el receptáculo donde el dolor de uno sea un poco el dolor de todos, para que lo recordemos, para que no se repita.”
La placa se incrusta en un fuste de granito acanalado en todo su perímetro, con una base de caliza y rodeado por adoquinado. Todas las piezas han sido seleccionadas en el depósito de cantería municipal de Casillas de la Casa de Campo.
El monolito conmemorativo se ha instalado en la plaza de la Villa de París, durante un acto al que han asistido, además de representantes de las distintas fuerzas políticas municipales y de asociaciones de víctimas de terrorismo, uno de los supervivientes de los atentados, Iván García Gil, y los familiares de Juan Alberto González Garrido, joven ingeniero español que trabajaba en París y que falleció en la sala Bataclán. “Ante las víctimas –ha señalado la alcaldesa- sólo podemos unirnos, querernos, decir que el dolor de uno tiene que ser en cierta medida el dolor de todos”.
La alcaldesa ha defendido el “principio de humanidad” como uno de los elementos imprescindible para “vencer la brutalidad, el horror” que entraña el desprecio a la vida que muestra el terrorismo. “Volvamos –ha dicho- a lo que une a las personas, ese principio de humanidad que nos vincula, nos define y que es nuestra riqueza: la vida humana”. “Queremos que esa vocación de tolerancia y acogida que tiene Madrid, sea también el receptáculo donde el dolor de uno sea un poco el dolor de todos, para que lo recordemos, para que no se repita.”
La placa se incrusta en un fuste de granito acanalado en todo su perímetro, con una base de caliza y rodeado por adoquinado. Todas las piezas han sido seleccionadas en el depósito de cantería municipal de Casillas de la Casa de Campo.
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