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miércoles, 31 de marzo de 2021

Mercedes González, nueva delegada del Gobierno en Madrid

Discurso de toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González Fernández:

Buenos días a todas y a todos.

Es un inmenso honor tomar posesión como Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid ante la presencia de la vicepresidenta del gobierno, Carmen Calvo, un espejo en el que me gustaría mirarme en mi trabajo de cada día, como mujer y socialista. Gracias por estar aquí, Carmen. Muchas gracias.

Con José Manuel Franco, delegado del Gobierno a quien quiero agradecer su excelente tarea al frente de esta institución y pedirle que esté siempre cerca porque su experiencia, su opinión y su apoyo serán con toda seguridad, muy importantes para el buen desempeño de mi trabajo. Gracias José Manuel.

Con la presidenta de mi Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, a quien quiero agradecer su presencia, a pesar de los tiempos electorales que nos ocupan. No nos conocemos, pero no empezamos mal porque de momento, se encuentra entre cuatro amigos.

Y ante el alcalde de Madrid, también amigo, con quien he compartido tantas cosas desde hace seis años. Estoy convencida de que nuestra relación personal será muy importante para el buen ejercicio de la tarea que me toca emprender

Con Félix Bolaños, cuya presencia se debe a su cargo de secretario general de la Presidencia del Gobierno, pero con el inmenso orgullo de ver la toma de posesión a una amiga, que preside su club de fans.

Me gustaría saludar a también muy especialmente al Portavoz de la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo. Y a mi portavoz, Pepu Hernández, así como a mis compañeros concejales del Grupo Municipal Socialista, Ramón, Nacho y Mar, con quienes empecé hace seis años la tarea más bonita que uno puede ejercer en política, que es ser concejal de tu cuidad.

Y, por último, a todos aquellos que habéis podido estar aquí,  dadas las restricciones sanitarias que vivimos, porque vuestra presencia indica que me habéis ayudado de una u otra forma a llegar hasta aquí.

Permítanme también dirigirme a quienes desde hoy van a ser mis principales aliados las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quienes van a contar con una persona leal, entregada y justa, que va a cumplir con su labor con firmeza y con generosidad de su tiempo y sus recursos. Será un honor trabajar con aquellas personas que se entregan con denuedo en las circunstancias más adversas para que tengamos una buena vida.

Como comprenderán, asumir el cargo de delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid supone una gran responsabilidad, acrecentada en estos tiempos en los que libramos una lucha sin cuartel contra la maldita pandemia que llegó a nuestras vidas hace poco más de un año.

Precisamente, por eso, quiero que mi primer recuerdo sea para todas las víctimas que se ha cobrado el virus, singularmente las que se han producido en la comunidad de Madrid, para sus familias, y para quienes siguen sufriendo hoy este virus y sus consecuencias.

Asimismo, quiero reconocer muy especialmente a todos los profesionales de la sanidad, de los sectores estratégicos y de las fuerzas de seguridad, que están luchando contra esta enfermedad, en primera línea.

Quiero que éste sea mi primer recuerdo y también mi primer compromiso. Por ello, me comprometo a trabajar sin descanso parar frenar la extensión del virus en nuestra Comunidad. Y más, en este momento, en los que los datos de Madrid vuelven a ser preocupantes. No puede haber mayor prioridad para las administraciones que la lucha sin miramientos contra la COVID-19.

Les garantizo que pondremos todas las energías y también todas las herramientas de esta administración a disposición de los madrileños y madrileñas para librar esta batalla.

El virus se ha cobrado muchas vidas y ha cambiado nuestra manera de vivir. Ha cambiado la forma en la que trabajamos, en la que se educan nuestros hijos, nuestro consumo de la cultura, nuestro disfrute del ocio, nuestra manera de desplazarnos e incluso nuestra manera de relacionarnos con los demás, ya no es la de antes. Esta auténtica transformación de vida, no se puede afrontar con escasez de miras, afán ventajista y mucho menos partidista.

Todo aquel responsable político que no entienda que debemos trabajar todos juntos contra el virus, colaborando y no compitiendo, sumando y no restando, es en realidad, un o una irresponsable que no está a la altura de la gravedad del momento.

Desde luego, como delegada del Gobierno trabajaré sin descanso y con plena disposición para acabar con la COVID en la colaboración con el resto de las administraciones. Debemos devolver la esperanza a los madrileños y madrileñas. Es lo que nos pide la ciudadanía y es la obligación que nos corresponde.

Junto con el combate contra la enfermedad, otra de mis prioridades al frente de esta delegación será el trabajo a favor de la recuperación económica. El objetivo no puede ser otro que el de salir todos juntos de esta crisis, sin dejar a nadie atrás y lo más pronto posible. Para ello, contamos con una gran oportunidad en forma de ayudas directas del Gobierno de España y también de fondos europeos que han de servir para salvar empleos y también empresas, para reactivar y modernizar nuestra economía, hacer más seguros los puestos de trabajo y fomentar una mejor competitividad de nuestras empresas.

En mi forma de entender la política hay varios pilares sobre los que se asienta una única idea: defender los derechos y las libertades de todas las personas. Cada paso que doy, camino en esa dirección. Soy, no lo voy a negar, socialista. Creo en los principios y en los valores del socialismo democrático que he aprendido desde muy joven. Y es, por ello, que tengo una visión de la sociedad que busca la justicia, la igualdad y la libertad real de todos los seres humanos.

La libertad no es una palabra vacía que sirve para justificar privilegios y defender intereses particulares. La libertad es un bien común que solo es posible si es para todos y sirve a fines que ayudan a hacer mejor nuestra sociedad, más justa, inclusiva, igualitaria y democrática. Por ello, defenderé con convicción y firmeza los derechos y libertades de las mujeres. Combatiré la violencia de género y lucharé con toda mi energía para derrotar el discurso que la niega. Para ello, nos emplearemos también a fondo en aplicar toda la legislación al respecto y en ayudar a que la justicia y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puedan trabajar en contra de los crímenes machistas y las violencias contra las mujeres, una causa justa y noble que enriquece nuestra democracia y es una forma real y sincera de defender la libertad.

Siempre he creído que, sin reparación y justicia, no es posible mirar a la historia con serenidad buscando de ella las enseñanzas necesarias, aprendiendo de los errores y dignificando la honestidad y la honorabilidad de aquellos que nos precedieron. Sin memoria democrática del ayer más difícil de nuestra historia no podremos combatir adecuadamente las grandes lacras que hoy ponen en peligro nuestra libertad: la xenofobia, el racismo, la intolerancia, el machismo o el adoctrinamiento ideológico de aquellos que niegan la igualdad y el progreso.

El Gobierno de España está firmemente comprometido en ello y yo trabajaré sin descanso en la aplicación de sus propuestas en la Comunidad de Madrid. Creo en la política como una tarea noble, que enorgullece a quien la desempeña si la hace con honestidad y dedicación. Pero también creo que la política sin ética solo es gestión política y ética deben ir de la mano. Por ello, mis acciones se van a ajustar a los principios y valores en los que creo.

Los políticos no somos intercambiables por mucho que algunos repitan ese discurso. Defendemos cosas distintas, nos implicamos en causas diferentes. Y el diálogo y la voluntad son las herramientas que nos permiten afrontar juntos los problemas que afectan a los que no tienen voz porque carecen de reconocimiento y visibilidad.

Por ello, como ya hizo mi antecesor, me gustaría llamar a todas las administraciones para que atendamos los problemas que afectan a la Cañada Real, el gran drama de nuestra Comunidad que nos arroja desde el siglo XXI a los años más oscuros de la edad media. Es una cuestión dignidad que afecta muy especialmente a mis convicciones personales que buscan, tal vez, por mi naturaleza de concejal, resolver dramas personales de personas con rostro, familia e hijos. Si hay que hacer oír a alguien, para esta delegada del Gobierno, los primeros que lo merecen son los 1.800 niños, 200 menores de dos meses, que malviven en la Cañada Real.

Permítanme citar al poeta Antonio Machado, muerto en Francia en los primeros días de un exilio terrible, para afirmar la esencia de mi vocación política: “Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura”.

Nos medimos, presidenta y alcalde en nuestra capacidad para resolver este problema cuya urgencia no justifica ya ninguna demora.

Por último, me gustaría añadir un compromiso personal que pretendo aplicar a esta institución. Un compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Porque esta Delegación del Gobierno también puede hacer mucho por conseguir un Madrid más justo, con menos desigualdades y más sostenible desde el punto de vista medioambiental, pero también económico y social. La sostenibilidad en el centro y como algo transversal a todas nuestras acciones. Eso estará incorporado a mi tarea desde el primer minuto.

Supone para mí un alto honor y una gran responsabilidad aceptar el cargo de delegada del Gobierno, pero también una gran oportunidad porque reúne mis dos principales pasiones: el servicio público y Madrid. Soy una mujer sencilla que se ha hecho fuerte en un mundo protagonizado por hombres, que, creo, que me he ganado el respeto por mi entrega al trabajo y mi absoluta defensa de lo público para asegurar la justicia, la libertad y la igualdad. Asumo los desafíos con toda la valentía que tengo, forjada en la dureza de las pruebas de vida personales y en la convicción profunda que tengo en mis ideas.

Señoras y señores, hace unos meses el presidente del Gobierno nos recordaba en un debate parlamentario una cita de Don Manuel Azaña para cuestionar el exclusivismo del patriotismo que algunos aplican con gran desconocimiento. El presidente de la República afirmó: “Todos somos hijos de un mismo sol y tributarios de un mismo río”. Así es también nuestra Comunidad: la de los derechos y libertades, la de la vida y la igualdad de las mujeres, la de los que padecen la injusticia y la insolidaridad.

Agradeciéndole al Gobierno de España, a su presidente, Pedro Sánchez, a la vicepresidenta, Carmen Calvo, al resto de miembros del Gobierno esta oportunidad, comienza la tarea.

Muchas gracias.

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