El objetivo de este contrato, que gestiona el Área de Medio Ambiente, es conservar y mantener en óptimas condiciones el parque Juan Pablo II, que gestiona en el distrito de Hortaleza, y continuar mejorando todos los elementos y aspectos de esta importante zona verde: los elementos vegetales, viales, mobiliario urbano, cartelería, elementos de obra civil, sistemas de riego y abastecimiento de agua, esculturas y monumentos, edificios e instalaciones, etc.
Un parque sostenible
Con una superficie total de 31,5 hectáreas, el Parque Juan Pablo II se ha diseñado como referente del desarrollo sostenible, sin renunciar a la estética y a la funcionalidad, y con el fin de rendir homenaje a la cultura mediterránea.
El parque trata de recrear el legado de esa cultura, la mediterránea, a través de las diferentes concepciones de jardín que se han sucedido a lo largo de la historia y como reflejo de las civilizaciones que, a través de los siglos, nos han precedido.
Los criterios utilizados para seleccionar las especies vegetales que conforman el jardín se han basado en la máxima adaptación a las condiciones del entorno, por lo que se han elegido especies autóctonas.
Además se ha utilizado el agua como hilo conductor de las diferentes zonas del Parque. El agua está representada en todos sus aprovechamientos: acequias, canales, cascadas, albercas, fuentes, etc. A todo esto hay que sumar un circuito independiente de agua reutilizada para abastecer el sistema de riego.
El Jardín del Sol y del Agua es la zona estancial más cercana al barrio aledaño. En sus 5,01 hectáreas se han realizado plantaciones de especies tradicionalmente mediterráneas (viñas, olivos, almendros, granados, etc.), con disposición clásica de cultivo.
La zona de los Jardines Mediterráneos, tiene una extensión de 5,7 hectáreas y en ellas se recrean las formas arquitectónicas y jardineras de culturas anteriores.
No faltan las zonas deportivas
La Zona Deportiva ocupa 3,5 hectáreas y está dedicada especialmente a los jóvenes. En ella se ubican un campo de rugby de hierba artificial, diferentes pistas polideportivas, con sus gradas y vestuarios, y las zonas estanciales más informales.
Un carril-bici, que se articula como un circuito secundario del Anillo Verde Ciclista que pasa por la avenida de los Andes, sirve de itinerario guía para todo el parque y completa la oferta de ocio y deporte para el sector de usuarios jóvenes, muy presente en el entorno.
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