jueves, 23 de diciembre de 2010

Mensaje navideño del Alcalde de Madrid

Mensaje navideño del Alcalde de Madrid
La Navidad es una de las mejores ocasiones que los madrileños tenemos para reconocernos todos los años como miembros de una sociedad inquieta y solidaria. Incluso en tiempos de dificultad, son días en que prevalece el sentimiento de que los problemas serán más sencillos si los afrontamos entre todos, descartando como respuesta cualquiera que no nazca de una exigente solidaridad y un hondo sentido de la justicia. Esta actitud trasciende nuestra propia ciudad, y contribuye a forjar la imagen de ámbito abierto y tolerante con la que somos percibidos en el mundo.

En el año que termina, Madrid ha vuelto a batir todas sus marcas anteriores en cuanto a número de visitantes. Ese interés que suscita nuestra ciudad demuestra que el esfuerzo efectuado para modernizar nuestro espacio público y hacerlo atractivo ha sido útil y provechoso, y que ahora tiene un efecto potencialmente positivo para la actividad económica y la creación de empleo. En 2010 la ciudad ha ganado nuevas calles y plazas, más parques, notables mejoras en el sistema de transporte, museos y bibliotecas, escuelas infantiles y viveros de empresas... Esos progresos contribuyen a hacer socialmente rentable el esfuerzo de los madrileños, en lo que ha sido una profunda transformación que culminará en los próximos meses, y que ha convertido a Madrid en una metrópoli reconocida. Sin embargo, no podemos descuidar lo conseguido. No es momento de olvidar quiénes somos y qué lugar nos corresponde en el mapa de la prosperidad europea. Nuestro sitio se encuentra junto a las capitales más avanzadas, y nada ni nadie va a impedir que nuestra ciudad consolide su incorporación al grupo que éstas integran. Las oportunidades de los madrileños de hoy y de la generación próxima, pero también las del conjunto del país del que somos motor económico, dependen de que no demos pasos atrás en este proceso que ha servido para ofrecer competitividad a nuestro tejido productivo. A pesar de que Madrid tiene que valerse por sí misma sin recibir los medios que precisa para desempeñar su función de capitalidad, y de que incluso soporta un trato desigual respecto a otras Administraciones, seguiremos proporcionando a la sociedad los recursos que ésta requiere para volver a crecer. Madrid no se detendrá. En 2011, vamos a seguir promoviendo condiciones para que las empresas asentadas en la ciudad puedan salir adelante y crear empleo. E igualmente, pese al régimen de austeridad adoptado por la Administración municipal, mantendremos los servicios sociales destinados a aquellos que más crudamente padecen la crisis. Madrid no comparte la idea de que el necesario ajuste presupuestario tenga que ser pagado por los más débiles.

Tengo muy presentes a todos los que desde su particular entrega hacen de Madrid una ciudad mejor. Desde los trabajadores municipales a los miembros de los Cuerpos de Seguridad, pasando por los voluntarios, los jóvenes y las personas mayores. Sin embargo, ocupan un lugar especial para mí todos aquellos que en 2010 han perdido su empleo o no han logrado encontrar uno. Quiero que sean conscientes de que la confianza que la ciudad deposita en ellos no ha cambiado. Son los mismos hombres y mujeres que han hecho grande a Madrid, y espero que, con el esfuerzo y la solidaridad de todos, pronto volverán a ser, desde un puesto de trabajo, sus mayores protagonistas. De ellos, de su perseverancia y entereza, así como de todos los ciudadanos de Madrid, se siente muy orgulloso este Alcalde que hoy os desea una Feliz Navidad y un Año Nuevo propicio.

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