El Faro de Moncloa reabre mañana sus puertas para ofrecer a ciudadanos y turistas unas excelentes vistas del skyline madrileño a más de 90 metros de altura. Un nuevo atractivo turístico, que fue diseñado para conmemorar la elección de Madrid como Capital Europea de la Cultura en 1992, y que propone, entre otras novedades, una visita guiada al mirador.Desde esta torre de iluminación puede contemplarse una de las mejores panorámicas de la metrópoli: más de 50 edificios, que están reproducidos a escala en una barandilla informativa en el interior del mirador, como el Palacio Real, el Palacio de Cibeles, el edificio de Telefónica en Gran Vía, las Cuatro Torres, Torrespaña, el cementerio de San Isidro, el Centro de Patrimonio Histórico Corona de Espinas...; también son visibles grandes espacios naturales entre los que figuran el Parque del Oeste, la Casa de Campo, El Pardo y, en el horizonte, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
La inauguración del Faro de Moncloa y sus nuevos servicios, gestionados por la empresa municipal Madrid Destino, permiten ampliar la oferta turística en esta zona y poner en valor algunas de las instituciones culturales del entorno, como los Museos de América y del Traje.
Pocos edificios existen en Madrid con una maldición tan perseverante como la del faro de Moncloa. Y eso es mucho decir en esta ciudad, en la que hasta el Ayuntamiento permite la ruina de inmuebles protegidos sin mover un dedo. El faro lleva seis años cerrado a cal y canto, mientras el Ayuntamiento se las ve y se las desea para hallar a un empresario dispuesto a poner un restaurante en su azotea que justifique el dinero que ha costado su renovación y que sigue costando su mantenimiento a las arcas municipales.