Más limpio que la gasolina, se ha vuelto a poner de moda

Aunque su nombre indica que es
Gas Licuado del Petróleo, el 65 por ciento no proviene del petróleo sino del gas natural. Se trata de una
mezcla de gas butano (aproximadamente al 70 por ciento)
y gas propano (entorno al 30 por ciento) para evitar su congelación, pues el butano se congela con mucha facilidad. Su aplicación resulta relativamente sencilla en los motores de gasolina y entre sus ventajas están:
-
El motor resulta más resistente que los convencionales de gasolina -lleva componentes reforzados-.
- Prácticamente
no emite partículas.
-
Reduce los niveles de ruido aproximadamente a la mitad respecto a los motores Diesel.
- Su precio es
un 50 % más barato que el del gasóleo.
- Se ofrece una
subvención de hasta 2.000 euros (se gestiona mediante las Comunidades Autónomas) y en algunos casos permite la
exención del impuesto de matriculación.
-
Reduce las emisiones de CO2 entre un 5 y un 12 %.
Ventajas medioambietales en detalle.

Ahorro de combustible
El ahorro importante está en el precio de combustible (actualmente cuesta
0,44 euros/litro), pues aunque el consumo de combustible en GLP es aproximadamente entre un 10 y un 15 por ciento superior al del funcionamiento en gasolina, el bajo precio del combustible y su estabilidad económica (el precio del impuesto sobre hidrocarburos se mantendrá invariable hasta el año 2018), hacen que el ahorro sea de entre un 40 y un 50 % respecto a un gasolina y de entre un 10 y un 20 % respecto a una versión Diesel equivalente.

Seguridad y repostaje
El GLP va
ubicado en un depósito de seguridad, en el hueco específico para la rueda de repuesto y sólo permite su llenado hasta el 80 por ciento de su capacidad, como medida de seguridad. En las pruebas de seguridad se quemó una unidad intencionadamente y no tuvo consecuencias más importantes que las de un modelo convencional. El coche
funciona exactamente igual que si circuláramos en modo gasolina. Lo único que resulta diferente en esta gama alimentada por GLP es el repostaje de combustible. En primer lugar, porque hay que acudir a una
estación de servicio específica y, en segundo, porque hay que
instalar un pequeño adaptador roscado a la toma del coche para poder efectuar el suministro. Cualquier persona puede realizarlo fácilmente. A diferencia de otros países, en España sí está
permitido aparcar en parkings subterráneos con total normalidad.
En la actualidad hay más de 35.000 estaciones de servicio que suministran GLP en Europa. Repsol apuesta por este combustible en España, donde en la actualidad dispone de
24 estaciones con suministro de Autogas (su denominación comercial) y tiene previsto añadir este servicio en otros 20 centros a lo largo de este mismo año.
En Madrid cuenta con tres puntos de venta de Autogas (EE.SS.
San Isidro,
Méndez Álvaro y
Alcorcón) y anuncian
14 para el próximo año.

Taxis de Madrid
En la
década de los ochenta el grueso de la flota madrileña usaba autogas para lo que tenían que cargar con bombonas, una imagen que ha desaparecido del día a día de la ciudad.
Estos vehículos vuelven a incorporarse con fuerza dentro de la flota de taxis. Francisco Estaban, el presidente de la Agrupación General de Taxistas, señala que puede haber
más de 500 taxis de gas licuado de petróleo entre los 16.000 que componen la flota. El
crecimiento en 2008 fue espectacular:
un 13 % de los vehículos que se sustituyeron lo hicieron por otros de autogas y un 5 % por híbridos.
El
apoyo institucional consiguió dar el espaldarazo a estos vehículos. El Ayuntamiento firmó junto a la Comunidad, las asociaciones de taxis y Repsol un
convenio para impulsar el uso del autogas. El compromiso, que se reflejó en los datos de 2008, suponía sumar a los 2.000 euros de
subvención regional a los vehículos ecológicos, otros 1.000 en concepto de gas.
Híbridos

El interés de los taxistas por los vehículos ecológicos va más allá. Así lo demuestran los
alrededor de 50 híbridos que se han incorporado a la flota. Según comenta el presidente de la Federación Profesional, Mariano Sánchez, son ideales para los taxis, ya que utilizan electricidad hasta los 50 kilómetros por hora y a partir de esa velocidad recurren al depósito de gasolina. También el gas natural vehicular empezó a utilizarse hace poco en Madrid, pero los taxistas están a la espera de que se se amplie la red de suministro.
Fuentes:
autopista.es,
madridiarioHemos escrito:
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