Los grupos municipales PP y PSOE presentan la proposición que llevarán al Pleno del 20 de julio
La Ciudad de Madrid vuelve a apostar por la candidatura olímpica. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, acompañado por el portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky, y por el del grupo popular, Manuel Cobo, ha presentado hoy la proposición que llevarán al próximo Pleno de la Corporación del 20 de julio para que la capital española sea candidata a sede de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2020.
Austeridad, compromiso y responsabilidad han sido las palabras más repetidas por los tres representantes municipales en sus intervenciones.
Austeridad porque, ha explicado Gallardón,
"todo nuestro trabajo se va a centrar en convencer a los 100 miembros del COI de que nuestro proyecto merece ser el ganador al estar basado en criterios de profesionalidad y eficacia", y porque se va a hacer todo lo posible para que la sociedad civil a través del patrocinio se implique en el 20% de las infraestructuras que quedan por construir.
Compromiso porque
antes de que el 7 de septiembre de 2013, en Buenos Aires, el Comité Olímpico Internacional (COI) de a conocer la ciudad elegida para albergar los Juegos Olímpicos
no se realizará ningún gasto en infraestructuras.
Y responsabilidad porque
"si no estuviéramos convencidos de que Madrid tienen muchísimas posibilidades no hubiéramos dado este paso", ha argumentado el alcalde. Entre los factores que permiten intuir un buen resultado, ha destacado la elección PyeongChang (Corea del Sur) para la celebración de los Juegos de Invierno de 2018, y además el hecho de que lo haya sido tras otros dos intentos.
"Esto indica que el COI prima la perseverancia y la experiencia, dos factores con los que Madrid cuenta y que han convertido la presentación de la candidatura en una oportunidad irrenunciable".
Respecto a la situación actual de crisis económica, que ha sido apuntada como un factor negativo para la presentación de la candidatura desde algunos sectores, Gallardón asegura que está demostrado el
efecto retorno que la presentación de una candidatura tiene sobre la proyección internacional de un país y sobre el turismo, sea ésta finalmente elegida o no.