
La Comunidad de Madrid va a inspeccionar 500 autobuses de transporte escolar interurbano, coincidiendo con el inicio del curso y dentro de la campaña extraordinaria de control que realiza cada año.
“Para la Consejería de Transportes, la seguridad vial es una de nuestras máximas prioridades. En especial, cuando afecta a los más pequeños. Por eso, una de nuestras labores clave es vigilar que el servicio de transporte escolar se presta con unos elevados estándares de calidad y seguridad”, ha explicado hoy el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, durante uno de estos controles a las rutas escolares.
El transporte escolar interurbano necesita una autorización específica de la Comunidad de Madrid que se renueva cada año, en la que aparece de forma detallada el origen, destino y paradas de la ruta concreta. Garrido ha explicado que para este curso 2019-2020 se han tramitado 237 solicitudes de autorización de transporte de escolares y de menores para atender 850 rutas de 200 centros escolares.