Desde junio de 2013 todas las viviendas o locales que se vendan o alquilen deben contar con el certificado

Del total de certificados tramitados, un 77,5% corresponden a pisos, un 13,6% a viviendas unifamiliares, un 4,5% a oficinas, un 1,7% a locales comerciales y el resto a otros usos. Asimismo, atendiendo a la calificación energética, el 0,2% de los certificados tramitados cuentan con una calificación energética A, un 0,8% tienen una B, un 4% C, un 14,5 % D, un 48,3% E, un 13% tiene F y un 19,2% tienen una calificación de G.
Desde junio de 2013 todas las viviendas o locales que se vendan o alquilen deben contar con el certificado, para que tanto el comprador o arrendatario, como el propietario, conozcan las características energéticas del inmueble y, por tanto, tengan una idea de las necesidades de mejora. La obligación de certificación energética también se extiende a todos los nuevos edificios y a los edificios de la Administración con afluencia de público y superficie superior a 250 m2.