viernes, 28 de abril de 2006

La reforma del eje Prado-Recoletos afectará sólo a 29 árboles

El número de árboles afectados por la reforma del eje Prado-Recoletos en el tramo que va desde Cibeles a Neptuno será de 29.

Así lo ha asegurado Juan Miguel Hernández de León, portavoz del equipo de arquitectos que, liderado por Álvaro Siza, ganó el concurso de este proyecto.



Tras calificar de “mentira de gran magnitud” la información de que se cortarían unos 700 árboles, Hernández de León aclaró que la nueva alineación y dimensionamiento del tráfico afectará sólo a 29 ejemplares, ninguno catalogado, y que además no implica su tala. Recordó que el proyecto prevé plantar en el Salón del Prado 1.507 árboles.

La decisión sobre los 29 ejemplares afectados, dijo, se tomará de forma individual en función de la ficha fitosanitaria que ya se ha realizado. De hecho, diez de ellos están en estado de pudrición y presentan algún tipo de patología. Se trasladarán todos aquellos ejemplares que estén en buenas condiciones y se hará cumpliendo de forma estricta las prescripciones técnicas que marca la Ley. En este sentido, el portavoz del estudio de arquitectura de Siza puntualizó que el Plan Especial Recoletos-Prado se ajustó a la ley sobre Protección Medio Ambiental, Paisajes y Jardines antes de que ésta fuera aprobada (31 de diciembre del pasado año) y que existe una ficha de todos y cada uno de los árboles.

Reducción del 60% del tráfico
La segunda falsedad desmontada por Hernández de León es la supuesta “autopista” que pasará por delante del Museo Thyssen. Los cuatros carriles actuales asumen una carga diaria de 3.500 vehículos en hora punta en dirección norte-sur, provocando retenciones y atascos que deterioran seriamente la zona, argumentó Hernández de León. “Nuestra propuesta define dos carriles en sentido sur-norte, y otros dos en el sentido norte-sur, más una plataforma exclusiva para transporte público que permitirá dejar a los visitantes en las puertas del museo”. Estimó que estas medidas permitirán templar el tráfico en esta zona y reducirlo en un 60% respecto al actual.



Otra de las ventajas de las que se beneficiará el Museo Thyssen es la ampliación de las aceras. De los 2,90 metros de superficie que tienen ahora, se pasará a 7,11 metros. Esta ampliación permitirá plantar 62 plátanos, que actuarán como un filtro o pantalla mejorando las condiciones del museo.

Hernández de León afirmó con contundencia que el objetivo fundamental del Plan Especial es su recuperación para uso público y retomar su carácter paisajístico.

La tercera falacia desmentida por Hernández de León es que el proyecto haya estado “escondido”, tal y como ha difundido Carmen Thyssen. Puntualizó que este proyecto se ha desarrollado “con luz y taquígrafos a lo largo de estos cuatro años”. Comentó además que “durante el periodo de exposición al público se presentaron 700 alegaciones que han sido estudiadas una por una, y el Patronato de la Fundación Thyssen-Bornemisza no presentó ninguna”, motivo por el cual interpretaron que aceptaban el proyecto.



¿Por qué protestan entonces tanto desde el Patronato de la Fundación Thyssen-Bornemisza?

¿No será porque su Presidenta es Doña Carmen Calvo Poyato

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