El Servicio de Comida a Domicilio para Personas Mayores es una prestación social básica, integrada dentro del Servicio de Atención Domiciliaria que ofrece el Ayuntamiento de Madrid desde el año 2004. Se trata de llevar a las casas de las personas mayores raciones alimenticias equilibradas, elaboradas en una cocina centralizada y distribuida con un transporte adaptado, que reúna todas las condiciones de higiene y seguridad. La comida se distribuye uno, dos o tres días a la semana, según se haya acordado previamente con el usuario.
El servicio contratado por el Ayuntamiento incluye, además de la entrega y recogida de la comida en el domicilio del beneficiario, dietas adecuadas en el caso de regímenes alimenticios especiales, ajustándose a los tipos de menú establecidos (normal sin sal, bajo en glúcidos, triturado y de fácil masticación); entrega mensual de una hoja informativa sobre el contenido de los menús y sobre la distribución que le corresponde al mes, y, en caso necesario, la aportación de un horno microondas por el tiempo que dure la prestación del servicio.
De esta forma, se puede observar, además, la vida cotidiana de las personas mayores y detectar cualquier variación en los hábitos de su comportamiento que denoten riesgos para su salud, su bienestar y su calidad de vida. La pérdida de apetito de la persona mayor, detectada por los profesionales de este servicio, ha servido para alertar sobre sus estados emocionales y actuar de manera preventiva para evitar males mayores.
El Ayuntamiento pretende que la persona mayor permanezca durante el mayor tiempo posible en su entorno familiar, manteniendo su autonomía personal. Asimismo, procura incrementar su calidad de vida mediante una alimentación adecuada que evite trastornos de salud que sobrevendrían de una alimentación insuficiente o de una dieta poco equilibrada.
Más de un millar de usuarios mensuales
Hasta el mes de octubre del año 2010, fueron atendidas, como media mensual, 1.122 personas, a las que se repartieron 263.648 comidas.
Con el contrato que ahora se aprueba, se pretende alcanzar la excelencia del servicio, analizando el grado de satisfacción del usuario. El reparto de las comidas se convierte en un termómetro del bienestar de la persona mayor, que ve, además en este servicio, un cuidado exquisito y la garantía de que su alimentación está equilibrada y es suficiente.
Los mayores aportan una cantidad económica acorde a sus ingresos. La aportación mínima, la de quienes tienen menores ingresos, es de 0,59 € por cada comida y la máxima es de 5,64 € por comida.
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