El recién finalizado año hidrológico 2024-2025 registró valores récord en cuanto a agua embalsada, aportaciones recibidas, y también en la disminución del consumo. El consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, ha visitado la presa de Pedrezuela, una de las 13 que gestiona Canal de Isabel II para abastecer a la Comunidad de Madrid, para hacer balance y conocer las cifras de este año que acaba de terminar.
El año hidrológico no coincide con el natural. Durante los meses veraniegos de julio, agosto y septiembre, los ríos llegan a su estiaje, con los caudales más bajos del año. Por eso el año hidrológico comienza el 1 de octubre en la mayoría de los países, para poder adaptarse mejor al régimen habitual de los ríos, puesto que, a partir de este mes, los embalses vuelven a recibir aportaciones y comienza de nuevo a subir su nivel.
Así, los trece embalses que gestiona Canal de Isabel II para el abastecimiento a la Comunidad de Madrid comenzaron el nuevo año hidrológico al 75,7 % de su capacidad máxima. Esta cifra supera en 13,6 puntos porcentuales el valor medio para esta fecha y es 7,4 puntos superior al nivel en el que se encontraban hace justo un año. Es, además, la más alta en arranque de año hidrológico desde 2018, cuando los embalses almacenaban 734 hectómetros cúbicos al finalizar el año hidrológico. Hoy, las reservas superficiales de la región acumulan 704,7 hectómetros cúbicos de agua, lo que supone un 74,5 % del máximo almacenable.
2024/2025: UN AÑO RÉCORD EN LA COMUNIDAD DE MADRID
Este último año hidrológico ha sido histórico en cuanto a lluvias y aportaciones: los 13 embalses de la empresa pública registraron la mayor aportación diaria de su historia el 8 de marzo, y la inédita sucesión de borrascas y lluvias de los meses de marzo y abril propició hechos tremendamente singulares: por primera vez en la historia, todas las presas gestionadas por Canal desembalsaron de manera conjunta durante varias semanas; El Atazar, la mayor de ellas, vertió por su aliviadero superior durante una semana en mayo, un hecho que no se daba desde 1996; y el 21 de mayo, los embalses gestionados por la empresa pública anotaron su mayor cifra de agua embalsada desde que hay registros, con 917,3 hectómetros cúbicos, el 97,2% del máximo almacenable.
Así, el total anual de precipitaciones registradas por Canal supera en un 29,1 % a la media histórica, con 800,1 litros por metro cuadrado frente a los 619,9 de la serie, mientras que las aportaciones recibidas se elevan hasta los 1087,7 hm3, un 44,9 % por encima de los 750,8 de media. Este dato es el más alto desde el año hidrológico 2000/2001.
Además, la abundancia de agua ha convivido con otro dato muy positivo: el año ha finalizado con un consumo total de 488 hectómetros cúbicos, lo cual no solo es inferior al dato de hace un año (496,7), sino que hay que remontarse al año hidrológico 2020-2021 para encontrar una etapa con un consumo menor (487,5), teniendo en cuenta, además, que la población abastecida ha aumentado en más de 200.000 habitantes desde entonces.
Novillo, que ha estado acompañado en su visita por el consejero delegado de la empresa pública, Mariano González, ha recordado la necesidad de realizar un consumo responsable a pesar de lo positivo de todos los datos: “Estamos al inicio del año hidrológico y desconocemos cómo se va a comportar el régimen de lluvias. Canal trabaja siempre como si hoy fuera el primer día de la próxima sequía”. En esta línea, Canal de Isabel II mantiene activa su campaña de sensibilización Tú puedes llover. Con este lema, la compañía recuerda que, a falta de precipitaciones que llenen los embalses, somos los ciudadanos quienes “podemos llover” ahorrando agua.
Asimismo, consciente de que el esfuerzo en el ahorro no solo puede depender de los ciudadanos, sino también de sus acciones, Canal lleva años intensificando la reutilización de agua, la renovación de tuberías o la búsqueda activa de fugas. Gracias a la concienciación ciudadana y al esfuerzo inversor en mejorar sus infraestructuras, la empresa pública ha conseguido reducir el consumo de agua per cápita en la Comunidad de Madrid en más de un 30 % desde la última sequía de 2005.
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