Su Majestad el Rey Felipe VI inauguró la Casa del Labrador, un palacio de recreo construido para el rey Carlos IV, ubicado en el Jardín del Príncipe del Real Sitio de Aranjuez. Patrimonio Nacional ha acometido una intervención integral en el edificio para garantizar su conservación, con una inversión total de alrededor de 10 millones de euros. La Casa abrió de nuevo al público el 3 de octubre y se pueden reservar las entradas a través de la página web de Patrimonio Nacional.
Junto a S. M. el Rey Felipe VI, han asistido a la inauguración el delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín; el alcalde de Aranjuez, Miguel Gómez Herrero; por parte de Patrimonio Nacional su presidenta, Ana de la Cueva; la Gerente, María Dolores Menéndez Company; el director de Inmuebles y Medio Natural, Luis Pérez de Prada, y el director de las Colecciones Reales, Víctor Cageao.
La Casa del Labrador fue construida por orden del rey Carlos IV, quien encargó al arquitecto Juan de Villanueva, a finales del siglo XVIII, la edificación de un pequeño palacio de ocio y recreo. Aunque en un principio se pensó como una casa rústica, en 1798 el rey decidió transformarlo en un lujoso palacete. Para ello, el monarca supervisó personalmente la decoración interior, contratando a los mejores artistas y decoradores de la época. El palacio es una joya del neoclasicismo, cuyo sobrio y elegante exterior contrasta con la suntuosidad y lujo de cada una de las estancias interiores.
La intervención arquitectónica
La Casa del Labrador se construyó a orillas del Tajo. Desde el principio el edificio ha sufrido la inestabilidad del terreno e inundaciones periódicas. Patrimonio Nacional comenzó a monitorizar las fisuras y grietas paras controlar la situación, pero la borrasca Filomena, en enero de 2021, agravó aún más los daños, y obligó al cierre del palacete para su restauración de emergencia.
Las obras comenzaron en febrero de 2021, empezando por una compleja tarea de consolidación estructural, que incluyó la instalación de 536 micropilotes de hormigón, el refuerzo de los forjados, el cosido de grietas o la renovación de más de 1.000 m2 de cubierta de pizarra. También se restauró la fachada, para devolverle su aspecto original del siglo XIX.
Telones y decoraciones fijas
La restauración arquitectónica se ha complementado con una intervención minuciosa en las decoraciones artísticas del palacete. Las pinturas murales de Mariano Salvador Maella y Zacarías González Velázquez, así como las colgaduras textiles, los solados y la carpintería original, han sido cuidadosamente restauradas. Además, se ha procedido a la restauración de las pinturas al temple sobre tela de la planta baja, realizadas a principios del siglo XIX por Juan de Mata Duque, Luis Japelli y Fernando Brambila. La recuperación del total de estas pinturas murales continuará hasta finales de 2026.
Un palacio más accesible
La restauración no solo ha abarcado aspectos estructurales y artísticos, sino también la adecuación de la Casa del Labrador para la recepción de visitantes. Se han mejorado los accesos, la accesibilidad y las instalaciones del edificio.
Desde el 3 de octubre el público puede disfrutar de la renovada Casa del Labrador los viernes, sábados, domingos y festivos, en visitas guiadas, de unos 50 minutos de duración, en grupos reducidos de 12 personas. Durante el primer mes de apertura la visita tiene un precio especial de 5 euros. Las entradas están ya disponibles a través de la página web de Patrimonio Nacional.
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