sábado, 11 de marzo de 2006

Qué movida (III)


En el arte, el surrealismo y el dadaísmo eran los temas y la estética de la movida madrileña allá por los inicios de la misma. En cuanto a los grupos de la línea dura, sus características eran el color negro, la afición a las novelas de terror y de ciencia ficción, a los sucesos, a las medallas y crucifijos, a los cementerios, el sadomasoquismo como estética, las ideas apocalípticas y el humor negro. De hecho, los nombres de las bandas eran indicativos de su "dureza".

Paralísis Permanente, por ejemplo, eran fortísimos, muy duros tanto en música como en textos: "En el patio han encontrado/cinco niños degollados"; "Y me baño en agua fría sin parar/Y me corto con cuchillas de afeitar/Me tiro en el suelo de mi habitación/Y veo mi cuerpo en descomposición". También hacían alusión a ambientes místicos sepulcrales, como por ejemplo:

"Quiero ser mortificada
Y vivir enclaustrada.
Quiero ser santificada,
Llegar a Roma y ver al Papa.
Quiero que cuando me muera
Mi cuerpo quede incorrupto,
Y que todos los que me vean
Se queden muertos del susto"

Jugaban con muerte, sangre, cementerios, crucifijos e iban normalmente de negro y con símbolos alusivos al tema, como horcas en las actuaciones en directo.

La parte anecdótica de esta nueva tendencia la ponen Derribos Arias y su inconfundible líder, Poch, un personaje mitad científico loco mitad Woody Allen avinagrado.

Las letras son pintorescas y paradójicas: "Branquias bajo el agua/es el baile de actualidad"; "A flúor es la sensación/Que se siente después de comer/Al lavarse los dientes"; "Dame un poco de sol, si vives en Ecuador/Dame un poco de frío glacial si vives en el Polo/Dame un poco de claridad, si vives en Nepal/Dame un poco de horror si vives en El Salvador". Reivindicaciones políticas aparte, todas son una locura aberrante, como diría Poch.

Décima Víctima parecían ser unos mártires, llenos de torturas interiores, claves, obsesiones, persecuciones y abstracciones sentimentales. Resultaban bastante aburridos en directo, pero eran impecables en disco.

El tormento mayor para Gabinete Caligari, los mismos que en aras de la provocación empezaban sus primeros conciertos diciendo "Hola, somos Gabinete Caligari y somos nazis", fue la mili. En su primera etapa iban en la línea de Paralísis, pero más en plan sadomasoquista: "Golpes, golpes/¿Dónde están tus golpes?/Oh, sí, corazón"; "Se apaga el gabinete y sale el doctor/Tú estás en sus planes para hoy/Caligari anda suelto?Se acerca tu fin" y "100.000 voltios de potencia/Esperan para quemar/Mis instintos de violencia/En la silla de metal".

El humor negro y las parodias se dan cita en los gallegos Siniestro Total que, perdonad la crudeza, cantaban textualmente: "Las tetas de mi novia/Tienen cáncer de mama/Las tetas de mi novia/Tienen cáncer de mama/Por eso no, no, no/No quiero tocarlas"; "Con tu abuelo, mi hermano y mi papá/Con mis hijos, mi mujer y mi mamá/Te acuestas con todos a la vez/Si estoy delante te da igual". Mención aparte merecen sus arranques violentos del tipo "Tú me trajiste aquí y te arrepentirás/Ten cuidado, ten cuidado/Porque te voy a matar/Aunque esté en el frenopático/te tiraré del ático" o el histórico "Matar jipis en las Cíes": "Llego a la isla/Lo saco de la tienda/Le doy en la cabeza/Le corto un brazo/Le arranco una pierna/le saco las uñas/le muerdo una oreja".

Lo que nunca llegaré a comprender es por qué con letras como éstas no se montó ningún escándalo y sí se armó la gorda en 1983 por el vídeo de aquel clásico del Spanish Punk titulado "Me gusta ser una zorra" de Las Vulpess, una especie de Sex Pistols en femenino y en versión española, si bien es cierto que la polémica surgió porque el vídeo fue emitido en el programa el programa "La caja de los ritmos", dirigido por Carlos Tena, en horario infantil, esto es, un sábado por la mañana.

Volviendo a los Siniestro, además de los títulos con mensaje político como "Fuera las manos chinas del Vietnam socialista" o el conocido "Ayatollah", los gallegos parecían muy preocupados por los miembros viriles propios o ajenos: "Nena, ponte en mi lugar/Mi miembrecito no da más/Eres sólo una máquina sexual/Nena ponte en mi lugar/Mi pirolito no da más/Eres sólo una máquina sexual", o "Soy estudiante de medicina/Tercer curso he acabado ya/Y en la facultad me he dado cuenta/De una gran realidad/Que los esqueletos no tienen pilila/No tienen pilila".

Termino el artículo de hoy recordando el Ayatollah de Siniestro Total que mencioné más arriba. Eran los años 80 cuando se popularizó esta canción. Me pregunto si hoy en día se atreverían, ellos o cualquiera, a cantar un tema en esta línea o simplemente mencionando algo relacionado con el Islam.

Puedes llevarme al Irán
y presentarme al Imán
pasearme por Teherán
y mandarme al frente de Iraq.

Puedes colgarme de los pies
y fusilarme también
cortarme las manos sin piedad
y llevarte a mi chica ye-yé.

Ayatollah, no me toques la pirola
Ayatollah, no me toques la pirola
Ayatollah, no me toques la pirola (MAAAAS)


Sabes que no soy el Sha
pero en el nombre de Alá
te lo pido una vez más
no me toques la pirola jamás.

En el desierto me verás
bailando el cha-cha-chá
soy un enemigo de Alá
no me gusta la rumba ni el jazz.


Ayatollah, no me toques la pirola
Ayatollah, no me toques la pirola
Ayatollah, no me toques la pirola (MAAAAS)

Sólo vine a comprar pan
a mí todo me sale mal
sólo vine a comprar pan
y me enseñasteis el Corán.

En el desierto me verás
bailando el cha-cha-chá
soy un enemigo de Alá
no me gusta la rumba ni el jazz.


Ayatollah, no me toques la pirola
Ayatollah, no me toques la pirola
Ayatollah, no me toques la pirola (MAAAAS)


Artículo publicado en MaggieWorld (por cierto, mi blog está hoy de cumpleaños)

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