Con el estallido de la Guerra Civil, Madrid fue la primera gran ciudad en ser atacada con bombardeos aéreos. En la noche del 27 al 28 de agosto de 1936, un avión alemán arrojó las primeras bombas sobre la plaza de Cibeles, entonces plaza de Castelar, donde tenía sede el Ministerio de Guerra de la República. En diciembre de aquel año, los muertos civiles y militares a consecuencia de los misiles procedentes de aeronaves se contabilizaban por centenares.