Tesoro oculto de la ciudad
El Panteón de Hombres Ilustres es "un lugar casi absolutamente desconocido, un museíto delicioso" se ubica en la calle Julián Gayarre, 3 (metro Atocha Renfe).
Sobre una antigua ermita, Carlos V mandó construir una iglesia a la Virgen de Atocha y un convento de dominicos. A partir de entonces el lugar sería protegido por todos los monarcas que le siguieron. "Los reyes necesitaban un templo donde mostrarse, querían convertir Madrid en un gran teatro", explica el profesor de arquitectura Javier García-Gutiérrez Mosteiro, "ya que la ciudad carecía del aparato arquitectónico que sustentase su capitalidad". Sin embargo, entre los franceses y la desamortización, la primera Basílica de Madrid llegó, hecha polvo, a finales del XIX, cuando la regente María Cristina decidió hacer eso tan español: tirarla y construir una nueva.