Fue en 1920 la fábrica de platería Espuñes
Patricia Gósalvez para elpais.com
Hay ladrillos feos y ladrillos bonitos. Los bonitos (nombre técnico, “de tejar”) son macizos y desiguales porque se enmoldaban a mano. Los ladrillos feos, los típicos con seis agujeros y estrías, se hacen a máquina y son idénticos unos a otros en su vulgaridad. En la pared de la antigua fábrica se distinguen perfectamente los dos tipos. De los feos hay más en el suelo que en la pared, porque tapiaban unos huecos originales y los obreros los están reabriendo. Los ladrillos bonitos, los que siempre estuvieron allí, desde que se levantó en 1920 esta nave de la Fábrica de Platería Espuñes, están siendo desnudados. Los obreros pican el mortero que los cubría para que se vea bien su belleza desigual y antigua.