
Esta pandemia nos ha hecho pensar mucho, nos ha hecho reflexionar y nos ha privado de algunos pequeños placeres y formas de convivencia. Uno de ellos es el poder asistir a un restaurante con amigos, familia, pareja… para poder disfrutar de una buena velada con alimentos típicos de la dieta mediterránea. La situación ha mejorado levemente y, con ayuda del buen tiempo y los calores veraniegos, volvemos a acudir a bares, terrazas y veladores con cautela para poder estar con los nuestros sentados alrededor de una mesa.