martes, 18 de abril de 2017

Placa en recuerdo a María Guerrero en la calle Tamayo y Baus

Cuando se cumplen 150 años del nacimiento de María Guerrero en Madrid, el Ayuntamiento de la capital le rinde homenaje con la colocación de una placa conmemorativa en el teatro que lleva su nombre. La alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena, acompañada por el secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, y el director del Centro Dramático Nacional, Ernesto Caballero, ha asistido hoy al descubrimiento de esta placa del Plan Memoria de Madrid, en la que se ha inscrito el siguiente texto: “Aquí vivió y murió María Guerrero (1867-1928) gran actriz, empresaria e impulsora del teatro español”.



El Plan Memoria de Madrid, que desarrolla el Área de Cultura y Deportes, se creó en 1990 para recordar a personas ilustres, destacadas, famosas o populares, y también a edificios desaparecidos, a lugares célebres, sedes de instituciones o empresas de importancia histórica para la ciudad.


Actriz y empresaria


María Ana de Jesús Guerrero Torija dedicó toda su vida al teatro, donde debutó como actriz el 28 de octubre de 1885 con la obra Sin familia, de Miguel Echegaray en el Teatro de la Comedia de Madrid. Fue primera actriz del Teatro Español, donde actuó en obras de José Echegaray y otros clásicos con gran éxito de público y crítica.

A lo largo de su carrera estrenó, entre otras, piezas teatrales de dos premios Nobel, el ya citado José Echegaray y Jacinto Benavente, así como de Benito Pérez Galdós, Eduardo Marquina, Ramón María del Valle-Inclán y los hermanos Álvarez Quintero.

Se casó el 10 de enero de 1896 con el actor Fernando Díaz de Mendoza, con quien estableció su propia compañía teatral. También con su esposo adquiere el Teatro de la Princesa, que desde 1931 lleva el nombre de la actriz. En él fijó residencia desde 1918 y murió 10 años después. En ese momento estaba inmersa en el que hubiese sido su siguiente estreno: Doña Diabla, de Luis Fernández Ardavín.

Bien de Interés Cultural


El Teatro María Guerrero fue proyectado por Agustín Ortiz de Villajos, quien también es autor del antiguo Circo Price, la Iglesia del Buen Suceso, la Casa de las Siete Chimeneas, la Fundación Carlos de Amberes (San Andrés de los Flamencos), el palacio del Senado y el Teatro de La Comedia.

Construido en 1884-85, es ejemplo de la arquitectura madrileña de hierro del siglo XIX. Con fachada clasicista a la calle de Tamayo y Baus, y decorado en su interior en estilo neomudéjar, está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y catalogado con el nivel 1 Singular, la protección máxima que otorga el Ayuntamiento de Madrid. En la actualidad es la sede del Centro Dramático Nacional.

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