El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a la segunda fase de las obras de rehabilitación del edificio ubicado en el paseo del Prado, 30, que supondrán la creación de un nuevo espacio cultural municipal. Así lo ha anunciado en rueda de prensa la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, tras la Junta de Gobierno. Los trabajos, que serán ejecutados por el Área de Obras y Equipamientos y cuentan con un presupuesto de 3,5 millones de euros, se desarrollarán en paralelo a la primera fase iniciada el pasado mes de mayo con el objetivo de consolidar estructuralmente el edificio.
Mientras que los trabajos de la primera fase afectan a todo el edificio, que suma una superficie construida de 3.397 m2, la segunda fase aprobada se limita a una superficie de alrededor de 1.600 m2 que se corresponden con el ala norte cuya fachada se orienta al paseo del Prado y el chaflán (únicamente en las plantas semisótano, baja y primera), ya que el resto del edificio será destinado a un centro de salud que no es objeto de este proyecto y ejecutará la Comunidad de Madrid.
- La planta semisótano/chaflán albergará las entradas accesibles del edificio, dos aulas polivalentes, un aseo y cuartos de instalaciones, así como un patio exterior de acceso exclusivo para mantenimiento.
- En la planta baja se ubicarán el acceso principal al edificio desde el paseo del Prado, zona de recepción, sala de exposiciones, zona administrativa, aseos y entrada secundaria al norte del ala para salida de evacuación.
- La planta primera contará con salón de actos, cuarto de almacenaje y aseos
- En la segunda planta habrá aulas destinadas a actividades deportivas, como yoga y pilates, con sus correspondientes vestuarios.
- La planta tercera tendrá un espacio diáfano destinado a la realización de diferentes talleres y actividades, aseo, cuarto de instalaciones exteriores y salidas a la terraza de mantenimiento y a la ubicada en la alineación del paseo del Prado.
- Por último, en la cuarta planta se ubicará un espacio diáfano que se utilizará como sala de estudio, además de un aseo.
Primera fase de consolidación estructural
La primera fase de los trabajos, que comenzó el pasado mes de mayo y también está siendo ejecutada por el Área de Obras y Equipamientos, tiene un presupuesto de 3,9 millones de euros, financiados en un 48 % por el Ayuntamiento de Madrid y en un 52 % por la Comunidad de Madrid, atendiendo a la superficie que ocuparán los dos futuros equipamientos (espacio cultural y centro de salud, respectivamente).
Esta fase consiste en la consolidación y refuerzo estructural del edificio; la mejora del inmueble en cuanto a accesibilidad y evacuación de incendios con dos nuevos núcleos de comunicación; la demolición de elementos para la recuperación del patio interior; la ampliación del edificio en la planta superior, que recuperará la superficie del volumen demolido por la recuperación del patio; la restauración y reparación de las fachadas protegidas; la sustitución de las carpinterías exteriores por una similares con mejores prestaciones térmicas y acústicas; la restauración del zaguán de la planta baja y de la escalera imperial que da acceso desde la planta baja a la planta primera, y la demolición de todos los elementos interiores (tabiquería, falsos techos, instalaciones, etc.), dejando el edificio en bruto para la implantación de las futuras dotaciones.
Trabajo conjunto de Ayuntamiento y Comunidad
Con la rehabilitación de Prado 30, el Ayuntamiento de Madrid pondrá al servicio de los vecinos un inmueble que permaneció ocupado entre mayo de 2017 y noviembre de 2019, cuando fue desalojado por el Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida.
Una vez recuperado, la Comunidad de Madrid solicitó la cesión parcial del edificio para poder implantar un centro de salud, mientras que el Consistorio decidió establecer un espacio cultural. Para que ambos proyectos se puedan materializar, el Ayuntamiento otorgó mutación demanial subjetiva sin transferencia de titularidad a favor de la Comunidad de Madrid y se adscribió el inmueble al distrito de Centro.
El Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid estudiaron las diferentes opciones para ejecutar la obra, ponderando los usos a los que estará destinado el edificio y la particular situación de protección urbanística. Del análisis del edificio, se concluyó que las obras que requiere el inmueble no son una mera adaptación de espacios, ya que es necesario proceder a la consolidación estructural, la rehabilitación de la envolvente y la ampliación del edificio para poder albergar los usos a los que está destinado.
Esta intervención presenta una gran complejidad técnica por tratarse de refuerzos estructurales y de cimentación, por lo que los servicios técnicos consideraron inviable hacerla por partes. Esta circunstancia, unida al hecho de que el Ayuntamiento dispone de un acuerdo marco para este tipo de intervenciones, aconsejó, en aras de la eficiencia de la actuación y de la pronta puesta al uso público, que sea el Consistorio quien acometa las obras referidas a elementos estructurales del edificio para que después cada administración pueda ejecutar su propia dotación.
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