Muchos no comprenden las pasiones y afición que despierta este deporte. Lo sentirás sobre todo en los campos de fútbol, donde surge la magia aunque tengas en la grada algún cabestrillo, otro fumador de porros o el partido de ese día resulte algo pesado.
Quedaos en la retina con estas gradas, y es que dentro de no mucho es un hecho ya el que el estadio Vicente Calderón sea borrado del mapa. ¿Seguirán siendo sus aficionados indios que campan en el río o mudarán sus colchones a otra pradera?
Madrid no sólo huele a fritanga como acertadamente comentó mi querido Dragó, sino a fútbol de primera -a veces, claro-.
PD. Para desgracia de algunos, no todos los componentes del blog nos hemos ido de puente. Bueno, yo en realidad he ido y vuelto. Cuando tú vas, yo vengo... ;)
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