lunes, 30 de abril de 2007

Sebastián no usa casco

30 de abril de 2007
Por Raúl


Hace unos días y debido probablemente a unas obras, se produjo la rotura de unas tuberías y un colector en la zona de Casa Mingo en la Bombilla, barrio de los más castizos de Madrid, donde se celebra desde tiempo inmemorial, nada más y nada menos que la Verbena de la Paloma, todos los meses de agosto.

El agua derramada por las tuberías, como aquella leche por la que ya no es interesante llorar, acabó causando una avería a 200 metros de la salida, en el túnel de la M-30 a la Avenida del Marqués de Monistrol, recientemente inaugurado.

Una especie de catarata caía desde el techo del túnel sobre la nueva calzada y efectivos municipales, bomberos y demás servicios, intentaban denodadamente paliar los efectos del incidente.

Enterado de tal desaguisado el flamante candidato a la Alcaldía de Madrid por el PSOE, Sr. Sebastián, ni corto ni perezoso se presentó en la boca del túnel, donde la Policía Municipal regulaba el tráfico por los carriles que dejaba libres el agua caída.


Dijo quien era y que deseaba visitar el túnel, y le advirtieron que no era el momento y que estaban trabajando los servicios municipales, que había mucha agua pero que a pesar de ello, los coches estaban pasando, y que necesariamente tenía que llevar al menos un chaleco amarillo y un casco, siendo muy peligroso adentrarse por el túnel a pié y sin protección alguna, sorteando vehículos.

Haciendo caso omiso de tales indicaciones policiales, el candidato se metió por el túnel andando, acompañado de dos o tres personas más. La idea era llegar al lugar del incidente para hacer constar que estaba él allí, supongo, poner cara de póquer y que le fotografiaran.

Todo ello con objeto de aparecer en los medios de comunicación.


El que pretende ser Alcalde de una ciudad capital como Madrid, no tiene más remedio que parecer una persona cívica, respetuosa con las normas de seguridad vial, y acatar las órdenes de la Policía Municipal.

La mujer del César debe parecer que es honrada, al menos, porque el ejemplo que se da al resto de los ciudadanos es muy importante.

Quien es candidato a la Alcaldía por un partido democrático, puede criticar lo que le parezca, y hacer de un accidente hidráulico como el que nos ocupa, motivo de ataque a sus oponentes, bien porque considere que tal actitud le puede ayudar a conseguir más votos, bien porque le apetezca. Allá cada cual con su estrategia.

Cada político organiza su campaña electoral como le viene en gana, faltaría más.
Pero lo que nunca debe hacer un responsable político de categoría, es saltarse todas las normas de seguridad a la torera, desobedecer a la Policía, y protagonizar un episodio bastante lamentable de indisciplina, y total ausencia de civismo.

No se saben los réditos políticos, en número contante y sonante de votos, que va a obtener el Sr. Sebastián gracias a su arrojo indisciplinado, pero puede que no sea tan grande la cosecha de votos como los que tal vez le retiren otros ciudadanos. La libertad de montar campañas es total y así debe ser, pero existe una cosa que se llama oportunismo político, y el oportunismo es un arma de doble filo. Sirve para convencer al ignorante y puede molestar al no tan lego.

Porque quien utiliza el oportunismo político con tanto desparpajo, puede conseguir apoyos, qué duda cabe.

Sin embargo, hacer juegos malabares con la inteligencia de las personas, cuando no se encuentra uno en una república bananera, es probablemente asaz arriesgado, y quien se siente insultado, tal vez no tenga la reacción esperada por el oportuno político, sino justamente, la contraria.

No hay comentarios :

Publicar un comentario