Según la directora general de Patrimonio Histórico, Laura de Rivera, el ajuar descubierto podría haber sido ocultado intencionadamente por su propietario. Dicho ajuar está integrado por cuatro cuencos y cuatro grandes fuentes, además de otras piezas de bronce. Se trataría de un conjunto de utensilios de carácter suntuario, posiblemente donadas o adquiridas por un propietario ligado a la actividad industrial.
De Rivera ha explicado que se ha encontrado un importante centro alfarero, con estructuras relacionadas con la producción y almacenamiento de materiales cerámicos, incluido un raro ejemplar de secadero de cerámica, zonas de extracción y de vertidos, así como diez hornos, restos de combustión, pozos y cubetas de extracción de arcillas.
Completan los hallazgos un conjunto termal, con cuatro estancias y edificaciones asociadas que, por sus características constructivas, su articulación y los materiales, se interpreta como unas termas de carácter rural del Alto Imperio Romano. Entre los restos se han descubierto también dos áreas de enterramientos. La necrópolis norte, con más de 500 sepulturas estimadas, y la necrópolis sur, en la que se han documentado y excavado un total de diez sepulturas.