Es el principal centro productivo de España, al aportar 15.178 millones de Valor Añadido, el 12% del de la ciudad

Conocer la incidencia de Barajas sobre la economía de la capital y de todo el país. Ese ha sido el propósito del Barómetro de Consumo al dedicar su trigésimo sexto número al aeropuerto madrileño, consciente de la gran trascendencia que tienen estas infraestructuras sobre las ciudades tanto por sus impactos en el territorio, la población y la economía, como por el elevado empleo de recursos, entre los que el espacio, sobre el que el ayuntamiento tiene múltiples competencias, es de los más relevantes.
El Barómetro, que se ha adentrado también en el cambio del modelo de gestión, analiza todos los impactos económicos de esta infraestructura: directos, generados por su propia actividad de forma inmediata; indirectos, producidos al demandar bienes y servicios de otros sectores; inducidos, derivados del aumento de la renta y consumo que se producen en los anteriores; y catalíticos, al posibilitar actividades que se verían notablemente mermadas de no existir el aeropuerto.
La principal actividad directa, el transporte de pasajeros y mercancías, genera más de 3.800 millones de euros al año en ingresos, más de mil de Valor Añadido y más de 13.600 empleos directos. Cifras a las que hay que añadir los 1.230 millones de euros anuales computados por los servicios asociados, como el handling, fueling...; los 777 millones de las actividades industriales propias de las compañías que establecen su base de mantenimiento, como es el caso de Iberia en La Muñoza; o el comercio de las terminales, que proporciona ingresos adicionales estimados de 669 millones al año. Todas estas otras actividades directas generaron, en 2012, 892 millones de euros de valor añadido y 19.840 empleos directos. En total, 1.959 millones de Valor Añadido y más de 33.475 empleos, aportados directamente por Barajas el pasado año.