El mercado del automóvil está convulso desde que se iniciara la pandemia por covid19. Muchas personas renunciaron a comprar un vehículo por las restricciones de movilidad que se impusieron, y una vez que las peores etapas y confinamientos quedaron atrás se produjo un efecto de reactivación de la fabricación en el cual el desabastecimiento de componentes y materiales como los microchips ha saturado el mercado, incluso habiendo las mismas o menos peticiones de compra no se dan respuesta convenientemente en plazos razonables.